miércoles, 24 de julio de 2013

DEMENCIAS. Apuntes y reflexiones dirigidas a cuidadores de personas con demencia y sus familiares. Rogelio Solórzano Estrada, 2013. TEXTO COMPLETO Y RESEÑA DEL AUTOR.

1.- INTRODUCCION

El hecho de haber trabajado por más de 35 años en la industria farmacéutica como ejecutivo de primera línea y el haber participado de forma interactiva y permanente con especialistas de la medicina versados particularmente en la investigación farmacoclínica en los campos de depresión, diabetes, hipertensión arterial, astenia, osteoporosis, insuficiencia venosa, cardiopatía isquémica y dislipidemias,me ha permitido tomarme la licencia, más no la experticia profesional, para efectuar esta compilación a manera de ayuda para cuidadores de personas con demencia y sus familiares.

Hay momentos adversos de la vida que los hechos nos llevan a pensar que vivimos condiciones que asechan nuestro equilibrio psico-social. No logramos imaginar por que la desgracia ha tocado a nuestra puerta en una nebulosa turbiedad de desconocimiento y de sentimientos encontrados. Conocer el diagnóstico clínico casi incomprensible, ambivalente, desconcertante y terrible: “El paciente padece demencia”, nos hace, fatalmente, pensar en la aterradora enfermedad de la locura  y, este saber de no tenerlas todas consigo es  circunstancia que atormenta a diario a millones de pacientes y familiares en el mundo entero, trastornan el escenario familiar ante el terrible desplome que significa un evento donde nuestros seres queridos  comienzan a apartarse de nuestras vidas conscientes y que, lamentablemente, la mayor parte de la sociedad o no entiende por ignorancia, por intolerancia o reticencia la diferencia entre ambas acepciones y confundenla demencia con locura, haciendo que nuestro camino social y familiar se llene de socavones y hondonadas difíciles de transitar. Por lo tanto, es importante que desde un principio sepamos diferenciar la “locura” de la “demencia” y el entorno enorme que esta última encierra.

Esta compilación constituye el fin último de estas reflexiones pero, sobre todo trata de conseguir que el velamen de ignorancia de esta enfermedad “llamada demencia” sea percibida por la sociedad y nuestro entorno sin conjeturas ni estereotipos tergiversados y en su justa dimensión.

2.- REVISION DE LAS REFERENCIAS

Con frecuencia, familiarizarse con temas prácticos o teóricos relacionados con un
área problemática ayuda a generar ideas o a enfocar determinado tema de interés. En algunos casos, la revisión bibliográfica o de referencias antecede a la identificación del tema. La lectura de áreas de interés general puede ser en extremo útil para llamar la atención de nuevas aplicaciones adecuadas para un proyecto. Cuando se ha seleccionado un tema especial,la lectura ayuda a precisar aún más el problema y a formular las preguntas que consideramos apropiadas.

Conocer los registros de la revisión de referencias que se han hecho sobre los conocimientos generados acerca de la demencia y su relación con los cambios culturales, científicos, motivacionales, sociales, políticos y económicos  que se han gestado en el transcurrir del tiempo, nos permite orientar estos Apuntes y Reflexiones a fin de dar respuesta a quienes quieren indagartodo lo relativo a la demencia, logrando alinear los procesos del conocimiento racional hacia nuevas corrientes y visiones de este problema de salud que representa un grave problema familiar, social y de índole sanitario.

A continuación, a través de la revisión de las referencias recogidas,  veamos la definición semántica y diferencias entre estasdos entidades nosológicas denominadas“locura y demencia”, para así comprender a lo que nos enfrentamos y, ser capaces de adentrarnos, a través de la ayuda de los especialistas de la medicina, a entender, orientar, manejar y convivir con personas que sufran de demencia.

3.-DIFERENCIA ENTRE LOCURA Y DEMENCIA

Doy las gracias por haber tenido la oportunidad de realizar este trabajo sobre DEMENCIA, ya que conocí muchos de los síntomas que posiblemente personas cercanas a nosotros, e incluso miembros de nuestra propia familia la padecen pero, por la ignorancia acerca de temas como este no sabemos de qué se trata ni que consecuencias pueda tener para nuestro entorno familiar en particular y para la sociedad en general.

Por todos estos motivos es una necesidad real e imperiosa capacitar a las personascomunes de nuestra sociedad en esta área, para poder hacer frente a esta pesadilla, a la que cada día se enfrentan nuestros ancianos y lógicamente todos sus familiares.

Las reacciones sociológicas al padecer de demencia o tener un familiar con esta enfermedad incluyen los esfuerzos de la familia y los amigos para unirse y compartir la experiencia y ofrecerse apoyo y comprensión. La reacción sociológica también incluye los esfuerzos por reorganizar la vida al que sufre al igual aquellos que los cuida, los reajustes financieros, la reorientación de los roles familiares y comunitarios, y la reanudación de actividades sociales y comunitarias.
De aquí creo cumplir una obligación de responsabilidad social ciudadana, estimulando el respeto y conciencia que debemos inculcar a nuestra sociedad ya que, hoy en día, distamos mucho de comprender y dispensar el respeto y derecho hacia todas esas personas que padecen de esa terrible enfermedad llamada demencia.

A continuación traté de recopilar, los conocimientos más relevantes para conocer todos los componentes de la enfermedad llamada demencia, con sus signos, síntomas, diagnósticos, prevención y tratamiento entre otros, dando a conocer los problemas que aquejan día a día a una parte de nuestra sociedad y a la importancia que juegan los cuidadores,“que no son más queaquellas personas que asisten o cuidan a otra persona afectada de cualquier tipo de discapacidad, minusvalía o incapacidad que dificulta o impide el desarrollo normal de sus actividades vitales o de sus relaciones sociales”

3.1 ¿Qué es la locura?

Se designó como locura hasta final del siglo XIX a un determinado comportamiento que rechazaba las normas sociales establecidas. Lo que se interpretó por convenciones sociales como locura fue la desviación de la norma. La palabra locura viene del latín vulgar “delirare”, de lira, que significaba originalmente en la agricultura, "desviado del surco recto", por culpa de un desequilibrio mental, por el cual un hombre o una mujer padecía de delirios enfermizos, impropios del funcionamiento normal de la razón, que se identificaban por la realización de actos extraños y destructivos. En la actualidad, la noción de locura está vinculada a un desequilibrio mental que se manifiesta en una percepción distorsionada de la realidad, la pérdida del autocontrol, las alucinaciones y los comportamientos absurdos o sin motivo.

3.1.1 Concepto de locura

El concepto de "locura" fue empleado en Europa históricamente en diferentes contextos con diferentes significados, que retrospectivamente se sabe que correspondían a fenómenos distintos, que en la historia de la medicina se encuentran pobremente definidos y que en ocasiones eran incluso contradictorios. La cuestión de qué variaciones respecto a la norma eran aceptadas como "extravagancias" y cuáles como locura podían depender de la región, la época o las circunstancias sociales del sujeto. No fue hasta la aplicación de la nosología moderna cuando se delimitaron los diferentes fenómenos denominados hasta entonces como locura. La locura, en términos clínicos puede ser entendida como una forma de esquizofrenia e incluso como un sinónimo.

3.1.2 Síntomas de la locura

Los síntomas de la locura son muy similares a los de la esquizofrenia,  que incluye alucinaciones auditivas y visuales, la violencia posible, incoherencia, la imprevisibilidad y agitación. Las personas con locura tienen una incapacidad para seguir las reglas sociales de interacción. Esta forma de psicosis crónica es considerada como grave, y se exhibe como tener múltiples dificultades en la vida y/o vulnerabilidad (DSM-IV TR: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Cuarta Edición, Text Revision)

3.1.3 Manifestaciones de la locura

Como las manifestaciones de la locura son muy variadas, se pueden considerar síntomas de diversos estados. En cada caso, el afectado muestra una conducta que se aparta de la normalidad de una forma determinada. Por ello, los afectados quedan desplazados de su entorno social. Frecuentemente, se manifiesta como una pérdida de control, en la que los sentimientos se muestran desinhibidos. La conducta se desplaza fuera de lo racional y las consecuencias de los propios actos no se tienen en cuenta. Los actos pueden ser objetivamente absurdos e inútiles. La diferencia entre lo real y lo irreal puede desaparecer, viéndose perturbada la percepción de la realidad.

3.2 ¿Qué es la demencia?

La demencia es una degeneración de las células cerebrales, de las neuronas; esto es de carácter progresivo y su origen es desconocido. Ello provoca un deterioro como confusión, desorientación, alteraciones en la concentración, olvidos, inestabilidad física, caídas, debilidad, ansiedad, temores, ánimo deprimido, insomnio, apatía, cambios en el comportamiento, hostilidad, irritabilidad, violencia física y verbal, descuido físico, cambios de personalidad, dependencia del cuidador.

Esta enfermedad no es locura, pese a que mucha gente cree que la demencia es locura.Afecta una gran cantidad de personas y no está relacionado con el nivel educativo de las personas.Es una enfermedad socio-sanitaria y es llamada de esta forma porque afecta aún más que las otras enfermedades a la persona que convive con los afectados.

En la comunidad médica se emplea el término  "demencia" para describir a los pacientes con trastornos de la capacidad intelectual. Es importante señalar que la demencia no es un trastorno normal del proceso de envejecimiento. Los trastornos de demencia son provocados por procesos patológicos anormales y pueden afectar tanto a las personas jóvenes como a los ancianos.

3.2.1 Síntomas de la demencia

La pérdida de la memoria es un síntoma común de la demencia. Sin embargo, la pérdida de la memoria en sí no quiere decir que alguien tiene demencia. Para la medicina  y la psicología, demencia, del latín del prefijo “de” que significa alejado y “mens” mente, es un deterioro progresivo e irreversible de las facultades mentales. Dicho deterioro genera importantes trastornos en la conducta  de la persona. 

La demencia es un término médico que designa un grupo de síntomas causados por trastornos que afectan el cerebro. No es una enfermedad específica. Las personas con demencia pueden dejar de ser capaces de pensar lo suficientemente bien para llevar a cabo las actividades normales, tales como vestirse o comer. Pueden perder su capacidad para resolver problemas o controlar sus emociones. Puede haber cambios de personalidad. Los pacientes pueden estar agitados o ver cosas que no existen.

3.2.2 Manifestaciones de la demencia

La demenciase manifiesta en la ausencia o pérdida de las funciones cognitivas, que generalmente impide la concreción de las actividades cotidianas.Los déficit cognitivos pueden afectar a cualquiera de las funciones cerebrales, particularmente, las áreas de la memoria de corto plazo, el lenguaje, la comprensión, las habilidades motoras, la atención, las habilidades visuoconstructivas, las praxis y las funciones ejecutivas como la resolución de problemas o la inhibición de respuestas, la capacidad de identificar elementos de uso cotidiano, el tiempo de reacción y los rasgos de la personalidad. Característicamente, este déficitcognitivosprovoca incapacidad para la realización de las actividades de la vida diaria. Durante la evolución de la enfermedad se puede observar pérdida de orientación tanto espacio-temporal como de identidad. La demencia puede ser reversible o irreversible según el origen etiológico del desorden.

3.3.2 Aspecto Neuropsicológico de la demencia

La evaluación neuropsicología de la demencia requiere tiempo y dedicación especializada, y desafortunadamente la creciente presión asistencial y el aumento notorio de casos de personas con demencia, nos obliga a adaptarnos a esta realidad actual. A pesar de estas limitaciones, debemos abogar por la realización de una evaluación comprensiva de la función cognitiva en la demencia.

No existe una sola batería que sea útil para todos los pacientes con demencia. Por citar solo un ejemplo la evaluación que se utiliza para una demencia frontal resulta inapropiada para evaluar una demencia cortical posterior. El neurólogo conductual o el neuropsicólogo deben seleccionar los test que consideren apropiados para cada paciente. Sin embargo, una evaluación cognitiva adecuada de la demencia requiere que se analicen la memoria episódica y semántica, el lenguaje, las funciones visuoespaciales, y la función ejecutiva. (Sachdev, 2003).

La batería de test debe también seleccionarse tomando en consideración la gravedad de la demencia. Si se quiere utilizar baterías específicamente diseñadas para demencias, en casos leves-moderados es conveniente utilizar el ADAS-Cog/11 (Subescala cognitiva de los 11 ítems de la Enfermedad de Alzheimer) y en casos graves o con gravedad severa cognitiva.

La valoración cognitiva de una demencia suelen establecerse a diferentes niveles de evaluación. Un examen básico de los ancianos con demencia, se puede trabajar con los siguientes exámenes:

Mini-Mental State de Folstein (1975), para la valoración de las funciones cognitivas.
Escala de demencias de Blessed (1968), para valorar los cambios de comportamientos.
Escala global de deterioro de Reisberg (1982) con el objetivo de situar al paciente según el grado de evolución de la enfermedad.

Al igual que para la evaluación neuropsicología, en la evaluación funcional de la demencia cada examinador debe escoger la escala con la que se sienta más confortable y tenga más experiencia en su administración. Una de las escalas funcionales que más se emplea en la actualidad es la Functional Assessment Staging (Fast de Reisberg, 1988), pues permite identificar un total de 11 sub-estadios de acuerdo con el grado de gravedad de la Global Deterioration Scale (GDS)- Escala de detonación global.

La batería de test debe también seleccionarse tomando en consideración la gravedad de la demencia. Si se quiere utilizar baterías específicamente diseñadas para demencias, en casos leves-moderados es conveniente utilizar el ADAS-Cog/11 (Subescala cognitiva de 11 ítems de la Alzheimer's Disease Assessment Scale) y en casos graves la Severe Impairment Battery (SIB).

3.3.3 Áreas de la Neuropsicología

La neuropsicología, se divide en tres áreas que son interrelacionadas como las siguientes:

Trastornos cognitivos
Trastornos conductuales
Trastornos emocionales

Entre los trastornos cognitivos más habituales tras el daño cerebral están los problemas de memoria, atención, de razonamiento, de funciones ejecutivas, etc. Este déficit impide a la mayoría de los casos funcionar, de forma independiente y limitando su capacidad de beneficiarse de otras áreas de tratamiento como la fisioterapia o la logopedia, por lo que su rehabilitación constituye el elemento fundamental de los tratamientos.

Los trastornos conductuales son los que van a ejercer una influencia más distorsionada sobre la familia y los cuidadores del paciente; la irritabilidad, agresividad, desinhibición, infantilismo, hipersexualidad, etc., van a hacer en muchos casos imposible la convivencia y deben por tanto ser atendidos a ser posible desde los momentos iniciales.

Los trastornos emocionales suelen aparecer en fases más avanzadas de la evolución del paciente y normalmente se presentan cuando el paciente va mejorando cognitivamente y por tanto tomando conciencia de su déficit y de las consecuencias de estos sobre su vida.

Los pruebas neuropsicológicas son técnicas no invasivas ni traumáticas para el paciente. Funcionan según el modelo de entrevista clínica semi-estructurada, en el sentido en que el examinador puede, en virtud de las necesidades del caso, priorizar la indagación sobre algún aspecto de las funciones mentales del paciente (Lezak, 2004).Debe estimarse que la toma de una batería neuropsicológica completa demandará, según las características del paciente, entre dos o tres sesiones clínicas de no más de 50 a 60 minutos cada una.

4.- CRITERIOS DIAGNOSTICOS DE LA DEMENCIA

Antes de intentar aplicar los criterios diagnósticos de tipos específicos de demencia, el primer paso es diagnosticar que el paciente sufre una demencia.En un sujeto en el que se sospecha la presencia de una demencia se deben recoger los datos habituales en cualquier historia clínica, como edad, sexo, antecedentes generales personales y familiares, alergias, intervenciones quirúrgicas y cualquier otra enfermedad grave o crónica padecida, dependencias del tabaco y de otros tóxicos, hábitos intestinal y urinario, tratamientos a los que está o ha estado sometido, etc.Se indagará además sobre la presencia o no de afasia, apraxia, agnosia, trastornos de la función ejecutiva, fobias, compulsiones, obsesiones, delirios o ideas delirantes, alteraciones de la percepción, alteraciones del estado de ánimo y alteraciones de la conducta.

El diagnóstico de demencia debe reunir unos criterios para poder establecerse. Los más utilizados son los de la cuarta edición del manual diagnóstico y estadístico de la 
Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-IV), que se detallan  continuación:

Deterioro de la memoria a corto y largo plazo: hechos, fechas, datos nombres o exiguos recuerdos, son valladares infranqueables.

1. Al menos una de las siguientes alteraciones cognitivas:

Afasia, con alteraciones del lenguaje como comprender, denominar.
Apraxia, con deterioro de la capacidad para llevar a cabo actividades motoras pese a que la función motora en sí misma esté conservada.
Agnosia, con fallos en el reconocimiento o la identificación de objetos pese a que la función sensorial está intacta.
Alteración de la función ejecutiva, con fallos en la planificación, abstracción, organización.

2. Repercusión significativa de estos trastornos en la vida social y laboral del paciente.
3. Ha de suponer una merma o declive con respecto a la funcionalidad previa del paciente.
4. El déficit no aparecen exclusivamente durante un estado de delirium, aunque éste puede superponerse a la demencia.
5. Existe una relación etiológica con una causa orgánica, con los efectos persistentes de una sustancia tóxica, o con ambas cosas.

5.- TIPOS DE DEMENCIA

La demencia no es una sola, existen distintas clases de demencia, en base a sus orígenes y manifestaciones clínicas, otra definición más abarcadora proclama que es una alteración global de la función cognitiva, habitualmente progresiva que interfiere con las actividades sociales y profesionales normales, incluso a pesar de que el paciente esté completamente consciente.En este inventario de demencias trataremos de abordar únicamente las más frecuentes y más conocidas y las de mayor impacto social, económico, calidad de vida y familiar.

5.1 Demencias Degenerativas o Primarias

Enfermedad de Alzheimer.
Enfermedad de Parkinson
Enfermedad de Pick y otras demencias frontotemporales.
Demencia por Cuerpos de Lewy.

5.2 Demencias Secundarias

Demencia vascular o Demencia multiinfarto (antiguamente llamada demencia arteriosclerótica), incluyendo la enfermedad de Binswanger.
Complejo de demencia del SIDA.
Pseudo-demencia depresiva.
Hidrocefalia normotensiva.
Estados de confusión aguda o delirio.
Hipotiroidismo.
Deficiencias de Vitamina B6 o B12.
Tumores.

5.3 Demencias en casos muy raros

Trauma cráneo-encefálico
Enfermedad de Huntington
Síndrome de Down
Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob 

6.- TIPOS MAS FRECUENTES DE DEMENCIA

La demencia es un patrón de deterioro mental causado por diferentes enfermedades o condiciones. Una persona con demencia pierde la capacidad mental. La pérdida de memoria usualmente se manifiesta primero. Gradualmente, la persona no puede realizar tareas físicas y mentales básicas. Típicamente, la demencia se desarrolla lentamente con el paso de los meses o años. Los primeros síntomas son a menudo leves. Finalmente, las personas con demencia pueden presentar pérdida severa de la memoria. Ellos también pueden perder su capacidad para comunicarse de manera eficaz, reconocer a otras personas llevar a cabo tareas complejas o pensar en forma crítica.

A menudo, la demencia ocurre cuando las células nerviosas (neuronas) en el cerebro se rompen (degeneran) y las conexiones entre las neuronas (sinapsis) se interrumpen. Son varias las causas de estas rupturas y generalmente no pueden detenerse. Entre las causas más frecuentes que producen demencia puede involucrarse:

La enfermedad de Alzheimer causa alrededor del 40% a 50% de todas las demencias.
La enfermedad vascular, como un accidente cerebrovascular, causa alrededor del 20 % al 30%  y hasta 50% de las demencias a la edad de 85 años.
La enfermedad de Parkinson que causa alrededor del 25% hasta el 30% de las demencias al cabo de 2 años de enfermedad.
La demencia con Cuerpos de Lewy, que ocasiona la deformación de las neuronas del cerebro, causa otro 10% y 36% de las demencias.
La demencia Frontotemporal, cuya prevalencia es del 1% en pacientes de 60 años y se duplica cada 5 años hasta alcanzar del 30% al 50% a los 85 años de edad.

7.- ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de la demencia. La Enfermedad de Alzheimer (EA) es una enfermedad neurológica progresiva e irreversible que afecta al cerebro produciendo la muerte de las neuronas(células nerviosas) activas en áreas del cerebro que se relacionan con la función cognitiva y la memoria  y es causa común de la demencia. También experimentan una acumulación de proteínas anormales en algunas células cerebrales. La enfermedad de Alzheimer afecta mayormente a personas adultas mayores, pero a veces se puede desarrollar en personas más jóvenes.

7.1 Síntomas de la Enfermedad de Alzheimer

Los síntomas iniciales más frecuentes son: pérdida de la memoria de cosas recientes, se le olvida lo que acaba de decir, lo que acaba de ocurrir; la pérdida de la capacidad de concentración, del interés por las cosas; tendencia al aislamiento y a la desorientación también son frecuentes. En una siguiente fase no puede entender instrucciones fáciles, se pierde en la calle, en casa; se vuelve irritable, se aísla; pueden aparecer problemas de comportamiento, como agresividad o gritos, puede esconder las cosas o acusar a los demás. Se desconoce la causa de la EA, pero los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares, un gen específico y la edad avanzada. Finalmente pueden aparecer problemas para comer por sí mismo o para reconocerse en el espejo. 

7.2 Etapas de la demencia en la Enfermedad de Alzheimer

Los médicos a veces describen la demencia en “etapas,” que refieren a la progresión de la demencia de un individuo. Definir la etapa de la demencia de un individuo ayuda a los médicos determinar el mejor tratamiento y también facilita la comunicación entre los médicos y los cuidadores. A veces la etapa tiene una descripción simple como “la Predemencia,” “la Demencia Inicial,” “la DemenciaModerada,” o “la de Demencia Avanzada”.

7.2.1 Predemencia

Los primeros síntomas, con frecuencia, se confunden con la vejez o estrés en el paciente. Una evaluación neuropsicológica detallada es capaz de revelar leves dificultades cognitivas hasta 8 años antes de que la persona cumpla los criterios de diagnóstico. Estos signos precoces pueden tener un efecto sobre las actividades de la vida diaria. La deficiencia más notable es la pérdida de memoria, manifestada como la dificultad de recordar hechos recientemente aprendidos y una inhabilidad para adquirir nueva información. Dificultades leves en las funciones ejecutivas, como atención, planificación, flexibilidad y razonamiento abstracto o trastornos en la memoria semántica, el recordar el significado de las cosas y la interrelación entre los conceptos, pueden también ser síntomas en las fases iniciales del Alzheimer. Puede aparecer apatía, siendo uno de los síntomas neuropsiquiátricos persistentes a lo largo de la enfermedad. La fase preclínica de la enfermedad es denominada por algunos deterioro cognitivo leve, pero aún existe debate si el término corresponde a una entidad diagnóstica independiente o si, efectivamente, es la primera etapa de la enfermedad.

7.2.2 Demencia inicial

Los síntomas en esta fase inicial van desde una simple e insignificante, pero a veces recurrente, pérdida de memoria, como la dificultad en orientarse uno mismo en lugares como calles al estar conduciendo el automóvil, hasta una constante y más persuasiva pérdida de la memoria conocida como memoria a corto plazo, presentando dificultades al interactuar en áreas de índole familiar como el vecindario donde el individuo habita.

Además de la recurrente pérdida de la memoria, una pequeña porción de los pacientes presenta dificultades para el lenguaje, el reconocimiento de las percepciones agnosia o en la ejecución de movimientos, apraxia, con mayor prominencia que los trastornos de la memoria. El Alzheimer no afecta las capacidades de la memoria de la misma forma. La memoria a largo plazo o memorias episódicas, así como la memoria semántica o de los hechos aprendidos y la memoria implícita, que es la memoria del cuerpo sobre cómo realizar las acciones, tales como sostener el tenedor para comer, se afectan en menor grado que las capacidades para aprender nuevos hechos o el crear nuevas memorias.

Los problemas del lenguaje se caracterizan, principalmente, por una reducción del vocabulario y una disminución en la fluidez de las palabras, lo que conlleva a un empobrecimiento general del lenguaje hablado y escrito. Usualmente, el paciente con Alzheimer es capaz de comunicar adecuadamente las ideas básicas. También aparece torpeza al realizar tareas motoras finas, tales como escribir, dibujar o vestirse, así como ciertas dificultades de coordinación y de planificación. El paciente mantiene su autonomía y sólo necesita supervisión cuando se trata de tareas complejas.

En esta etapa es frecuente que la persona se desoriente en la calle y llegue a perderse, por lo que se recomienda tomar precauciones:Colocando en su muñeca una pulsera con un número de teléfono de contacto.Avisar a conocidos de la situación para que alerten a la familia en caso de encontrar al enfermo de Alzheimer deambulando.

7.2.3Demencia moderada

Conforme la enfermedad avanza los pacientes pueden realizar tareas con cierta independencia, como usar el baño, pero requerirán asistencia en la realización de tareas más complejas como ir al banco, pagar cuentas, etc. Paulatinamente llega la pérdida de aptitudes como las de reconocer objetos y personas. Además, pueden manifestarse cambios de conducta como, por ejemplo, arranques violentos incluso en personas que jamás han presentado este tipo de comportamiento.

Los problemas del lenguaje son cada vez más evidentes debido a una inhabilidad para recordar el vocabulario, lo que produce frecuentes sustituciones de palabras erróneas, una condición llamada parafasia. Las capacidades para leer y escribir empeoran progresivamente. Las secuencias motoras complejas se vuelven menos coordinadas, reduciendo la habilidad de la persona de realizar sus actividades rutinarias. Durante esta fase, también empeoran los trastornos de la memoria y el paciente empieza a dejar de reconocer a sus familiares y seres más cercanos. La memoria a largo plazo, que hasta ese momento permanecía intacta, se deteriora.

En esta etapa se vuelven más notorios los cambios en la conducta. Las manifestaciones neuropsiquiátricas más comunes son las distracciones, el desvarío y los episodios de confusión al final del día, agravados por la fatiga, la poca luz o la oscuridad, así como la irritabilidad y la labilidad emocional, que incluyen llantos o risas inapropiadas, agresión no premeditada e incluso la resistencia a las personas a cargo de sus cuidados. En aproximadamente el 30% de los pacientes aparecen ilusiones en el reconocimiento de personas. También puede aparecer la incontinencia urinaria. Estos síntomas estresan a los familiares y a personas a cargo del cuidado del paciente y pueden verse reducidos si se le traslada a un centro de cuidados a largo plazo.

7.2.4 Demencia avanzada

La enfermedad trae deterioro de masa muscular perdiéndose la movilidad, lo que lleva al enfermo a un estado de encamamiento, la incapacidad de alimentarse a sí mismo, junto a la incontinencia, en aquellos casos que la muerte no haya llegado aún por causas externas (infecciones por úlceras o neumonía, por ejemplo). El lenguaje se torna severamente desorganizado llegándose a perder completamente. A pesar de ello, se conserva la capacidad de recibir y enviar señales emocionales. Los pacientes no podrán realizar ni las tareas más sencillas por sí mismos y requerirán constante supervisión, quedando así completamente dependientes. Puede aún estar presente cierta agresividad, aunque es más frecuente ver extrema apatía y agotamiento.

7.3 Fases de la Enfermedad de Alzheimer y su manejo

El tiempo que le resta de vida a una víctima de la EA es por lo general reducido, aunque un paciente puede vivir entre tres a veinte años después del diagnóstico. La fase final de la EA puede durar desde unos pocos meses hasta varios años, durante cuyo tiempo el paciente se vuelve cada vez más inmóvil y disfuncional. Los cuidadores y la familia deberán comprender las fases de esta enfermedad para ayudar a determinar sus propias capacidades para tratar esta enfermedad tan triste.

7.3.1  El decirle al pacienteque padece EA

A menudo los médicos no les dirán a los pacientes que tienen la Enfermedad de Alzheimer. Los estudios indican que la progresión puede desacelerar con esfuerzo intelectual y la mayoría de los medicamentos a nivel de investigación en ensayos se realizan en las etapas iniciales. Si un paciente de la Enfermedad de Alzheimer expresa la necesidad de saber la verdad, se le deberá decir. Entonces tanto el médico, la familia, como el paciente podrán empezar a abordar los asuntos de esta enfermedad discapacitante que pueden ser controlados, como por ejemplo el acceso a grupos de apoyo y medicamentos que aunque no curativos, ralentizan  el desarrollo de la enfermedad.

7.3.2  Ánimo y comportamiento emocionaldel paciente con EA

Los pacientes de la EA muestran oscilaciones abruptas del estado de ánimo y pueden tornarse agresivos y enojados. Parte de este comportamiento errático es causado por cambios químicos en el cerebro. Pero, sin duda, también pude atribuirse a la terrible y real experiencia de perder el conocimiento y la comprensión de sus alrededores, causando el temor y la frustración que ya no puede expresar verbalmente. Es importante que el cuidador controle el ambiente, manteniendo las distracciones y el ruido a un mínimo, y hablando claro. La mayoría de los expertos recomiendan hablarle lentamente a un paciente con la EA, pero algunos médicos sugieren que los pacientes que padecen esta enfermedad responden mejor a frases claras, pronunciadas rápidamente que pueden recordar más fácilmente. Los cuidadores deberán mantener una actitud lo más neutral posible; muchos pacientes con la EA son sumamente sensibles a las emociones implícitas de estos y reaccionan negativamente a señales de condescendencia, ira y frustración.

Aunque se presta bastante atención a las emociones negativas de los pacientes con la EA, algunos pacientes se tornan muy gentiles, reteniendo la capacidad de reírse de ellos mismos incluso después de que sus capacidades verbales han desaparecido. Algunos no parecen infelices sino en un estado místico o similar al producido por el efecto de una droga a medida que el pasado y el futuro se les escapa. La estimulación de este estado puede brindarles algo de consuelo al cuidador y su familia.
Un estudio encontró que la ansiedad y la frustración pueden ser aliviadas mirando películas o videos de los miembros de la familia y los eventos del pasado del paciente. Los pacientes que sufren de la EA pueden tornarse delusorios a veces por lo que se les deberá volver a tranquilizar y a dirigir a otras actividades. No existe una sola personalidad de la Enfermedad de Alzheimer, de la misma manera que no existe una sola personalidad humana. Cada paciente deberá tratarse como el individuo que el o ella sigue siendo incluso después de que el ser social ha desaparecido.

7.3.3  Apariencia y aseo del paciente con EA 

Para el cuidador, asear a los pacientes que padecen la EA puede ser una experiencia de enajenación. Por un lado, muchos pacientes se resisten a bañarse o ducharse.Algunos cónyuges encuentran que el ducharse con la pareja afligida puede resolver el problema por un tiempo. 

A menudo el paciente con la EA pierde el sentido del color y del diseño por lo que se pondrá ropa extraña o que no combina. Esto puede ser muy frustrante para un ser querido, en particular, ya que, sin duda al comienzo, la vergüenza es una emoción común y dolorosa experimentada por el cuidador y su familia. Es importante mantener el sentido del humor y perspectiva y aprender qué batallas vale la pena luchar y cuáles es mejor abandonar.

7.3.4 El manejar y el deambular del paciente con EA

Tan pronto se diagnostica la EA, al paciente se le deberá prohibir el que conduzca. Un estudio sueco encontró que más de la mitad de las personas ancianas involucradas en accidentes mortales tenían un grado de daño neurológico. Otro rasgo potencialmente peligroso es la tendencia que tienen los pacientes de la EA de deambular. En el momento en que el paciente desarrolla esta tendencia, muchos médicos y especialistas estiman que este es el momento de buscar hospicios para ancianos u otras instituciones protectoras para sus seres queridos. Para los pacientes que se quedan en la casa, deberán instalarse cerraduras afuera de la puerta, que el cuidador pueda abrir y no el paciente. Se podrían instalar alarmas en las salidas. Deberá implementarse un programa de ejercicio diario que ayude a cansar físicamente al paciente; un estudio reveló que caminar 30 minutos tres veces al día también mejora la comunicación. 

7.3.5 La sexualidad en el paciente con EA

En muchos casos, el paciente de la EA puede tornarse desinhibido sexualmente; al mismo tiempo, el deterioro físico del paciente y la capacidad cada vez peor de reconocer al cónyuge como un individuo conocido y amado puede hacer la actividad sexual aterradora o con sentimientos de culpa de violación o quebrantamiento moral para el cónyuge cuidador. Otros pacientes pueden perder el interés en el sexo. Si los asuntos sexuales son un problema, deberán tratarse abiertamente con el médico y se deberán encontrar maneras de mantener el afecto físico no sexual que puede darles consuelo tanto al paciente como al cónyuge.

7.3.6 Perturbación del sueñoen los pacientes con EA

Los pacientes con la Enfermedad de Alzheimer experimentan comúnmente trastornos en los ciclos del sueño/despertar. Un nuevo estudio indica que la exposición a la luz artificial más brillante que lo normal durante el día puede reponer estos ciclos y prevenir el extravío/deambular nocturno y la falta de sueño. Este tratamiento no es efectivo para los pacientes impedidos visualmente.

7.3.7 Tratamiento en casaa pacientes con EA

Aunque la familia tenga los recursos económicos y de condiciones adecuadas para mantener a los pacientes con EA en la casa durante las etapas posteriores de la enfermedad, la ayuda externa sigue siendo esencial. Es importante que los cuidadores reciban orientación y apoyo para ellos mismos también. Un estudio reciente reveló que cuando los cuidadores tomaron parte en programas de consejería y apoyo, la institucionalización del paciente era retardada por un año. Los pacientes con EA necesitan 24 horas de atención diaria.

7.3.8 La incontinencia en el paciente con EA

La incontinencia de un paciente con EA es por lo general devastadora para la familia, requiere asistencia permanente de los familiares y es una razón principal por la que muchas de ellas deciden buscar hospicios para ancianos cuando el paciente alcanza esta etapa. Cuando el paciente empieza a mostrar señales de incontinencia, el médico deberá asegurarse de que ésta no es causada por una infección. La incontinencia urinaria puede controlarse por algún tiempo tratando de vigilar las veces en que se toma líquido, se alimenta y se orina. Una vez que se ha establecido un horario, el cuidador puede prever los episodios de incontinencia y conseguir que el paciente vaya al baño antes de que ocurran.

7.3.9 La inmovilidaden el paciente con EA

A medida que la enfermedad progresa, las víctimas de la EA se tornan inmóviles, olvidando literalmente cómo moverse. Con el tiempo, desarrollarán una dependencia casi total a la silla de ruedas, al sillón o a la cama. Las úlceras por decúbito pueden ser un gran problema.Las sábanas deberán mantenerse limpias, secas y sin residuos de alimentos.La piel del paciente deberá lavarse con frecuencia, secarse completa y suavemente, y deberán aplicarse humectantes. Al paciente se le deberá mover cada dos horas, y los pies deberán mantenérsele levantados con almohadas o almohadillas. Deberán administrarse ejercicios para las piernas y los brazos para mantenerlos flexibles.

7.3.10 Problemas del comer en los pacientes con EA

La pérdida de peso y la incapacidad gradual de ingerir son dos problemas mayores relacionados en el paciente que padece la EA en etapa posterior. Al paciente puede alimentársele a través de una jeringa de alimentación o el cuidador puede estimular la acción de masticar empujando suavemente en el fondo del mentón del paciente y en los labios. El cuidador deberá ofrecerle al paciente alimentos de diferente consistencia y sabor en caso de que el paciente pueda procesar una forma mejor que la otra. Ya que el atragantamiento es un peligro, el cuidador y los miembros de la familia que vivan junto al paciente deberán aprender a administrar la maniobra de Heimlich, la cual pueden enseñar el médico o en los puestos de socorro de bomberos o en la Cruz Roja local. La deshidratación también puede convertirse en un problema; es esencial promover la ingestión de líquido equivalente a ocho vasos de agua al día. Deberá tomarse en cuenta que el café y el té son diuréticos y agotan el líquido.

En la fase final el paciente se muestra incapaz de andar, tiene incontinencia de esfínteres y se va desconectando casi completamente del medio que le rodea, llevando una vida prácticamente vegetativa. Posteriormente es incapaz de tragar líquidos y sólidos por lo que suele necesitar una sonda para hidratarse y alimentarse. La muerte sobreviene en esta fase. 

7.4 Prevalencia de la Enfermedad de Alzheimer

Para saber cuál es el alcance de la enfermedad de Alzheimer tenemos que hablar un poco de estadística y definir lo que es la incidencia y prevalencia de una enfermedad. Estos términos nos ayudarán a comprender la frecuencia que tiene una enfermedad en la población.

La prevalencia de una enfermedad es el número de casos en una población en un momento dado. En los estudios sobre demencia, generalmente la prevalencia se estima en un tiempo determinado, por ejemplo, seis meses o un año.

La prevalencia de la enfermedad de Alzheimer y las demencias vasculares, que constituyen el 80% del total, se duplica cada cinco años a partir de los 65 años hasta los 85. Esta prevalencia es variable, desde el 1% a los 60 años hasta el 32,2% a los 94 años de edad. En sujetos menores de 75 años la prevalencia es ligeramente mayor en hombres; en los mayores de 75 años la prevalencia es mayor en las mujeres.

Podemos definir la incidencia como la frecuencia de aparición de nuevos casos de una enfermedad en una población en un periodo de tiempo determinado. Los estudios de incidencia son mucho más escasos. Sin embargo, la incidencia del síndrome demencial se ha calculado en el 1% para el conjunto de la población de edad igual o mayor a los 65 años.

Por otra parte, la prevalencia de la demencia se incrementa con la edad, duplicándose cada 5 años, siendo más frecuente en mujeres. La esperanza de vida de los pacientes con EA es de 8 años, variando el rango entre 2 a 20 años.

8.- DEMENCIA VASCULAR

La demencia vascular es un desorden del cerebro que es caracterizado por la pérdida y la dificultad de memoria que piensan, por ejemplo solucionar problemas y tomar decisiones. Es causada por problemas con los vasos sanguíneos que alimentan el cerebro. A veces un movimiento o los pequeños movimientos múltiples pueden causar demencia vascular. Es causada a veces por la ateroesclerosis, que es la misma acumulación del material graso en los vasos sanguíneos, disminuyendo su luz y que pueden llevar a los ataques del corazón, al ictus o a la hemorragia intracerebral.

Se considera que un 10% de las muertes en los países desarrollados está en relación con los accidentes vasculares cerebrales o ictus (infarto cerebral), que suponen además un motivo muy importante de discapacidad, sobre todo en ancianos.

El 80% de los accidentes vasculares cerebrales son de naturaleza isquémica con origen aterotrombótico o cardioembólico y cerca del 20% es de tipo hemorrágico. 
Además, representa la segunda causa de demencia, con el 20 al 30% de los casos.

El término demencia vascular implica que una enfermedad vascular cerebral (EVC), sea isquémica, hemorrágica o anóxica, produzca deterioro en múltiples funciones cognitivas al punto de interferir con la vida normal del paciente.

8.1 La EVC es la segunda causa de demencia

Luego de la enfermedad de Alzheimer,la demencia vascular es la segunda causa más frecuente de deterioro intelectual en el anciano. A pesar de su frecuencia y de la sencillez de su definición, el diagnóstico de demencia vascular es difícil debido a la frecuente coexistencia de cambios degenerativos y enfermedad vascular en el cerebro de los ancianos, a la falta de uniformidad en los criterios diagnósticos y a la dificultad para precisar si un EVC es la causa de la demencia, es un factor agravante o si representa un hallazgo no relacionado con la misma.

8.2 Causas de la demencia vascular

La demencia vascular es provocada, generalmente, por accidentes cerebro- vasculares durante un lapso de tiempo que afecta el flujo sanguíneo que llega a áreas del cerebro relacionadas con la memoria y el razonamiento. La expresión demencia vascular (DV) hace referencia al deterioro cognitivo global originado a través de la existencia de enfermedad vascular cerebral de tipo isquémico o hemorrágico, siendo necesario un nexo temporal entre ambas condiciones. Es un síndrome de etiopatogenia multifactorial, reflejo de la gran heterogeneidad de la patología vascular cerebral.

Las lesiones en el tejido cerebral que clásicamente se relacionan con la demencia vascular son los infartos del córtex cerebral, los infartos lacunares (pequeños infartos con efecto sumativo) y la afectación isquémica difusa de la sustancia blanca cerebral. Estas alteraciones afectan a las áreas de integración de los actos comunes (praxis), manejo del lenguaje, cálculo, almacenamiento de memoria y coordinación visual y espacial.

8.3 Diagnóstico de la demencia vascular

Los requisitos básicos para el diagnóstico de demencia vascular son los siguientes: el paciente debe estar demente, debe existir evidencia de EVC demostrada por historia clínica, examen neurológico o neuroimagen y debe existir una razonable relación entre la demencia y el EVC. Existen varios criterios diagnósticos de demencia vascular, entre los que se destacan los criterios del DSM III-R, la escala isquémica de Hachinski (original o modificada), los criterios propuestos por el Centro de Diagnóstico y Tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer (CDTEA) y los criterios propuestos por el NINDS/AIREN.(Criterios para el diagnóstico de demencia vascular).

De acuerdo con el DSM III-R, la demencia vascular necesita 4 condiciones para su diagnóstico: demencia, deterioro escalonado, presencia de signos y síntomas de focalización y evidencia de EVC que se atribuya como responsable de la demencia. Estos criterios son muy subjetivos y no han sido validados en estudios prospectivos, sean clínicos o de material de autopsia.

8.4 Principales factores de riesgo de la EVC

Los principales factores de riesgo para el desarrollo de patología vascular cerebral son bien conocidos, como la edad avanzada, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, las dislipemias, el tabaquismo, el alcohol y la fibrilación articular. El control adecuado de estos factores debería conllevar una reducción en la incidencia y la prevalencia de la demencia vascular.

Clínicamente, a diferencia de la demencia producida por la enfermedad de Alzheimer (gradual y de inicio insidioso a lo largo del tiempo), la demencia vascular generalmente tiene un inicio brusco y suele avanzar a saltos (empeoramiento clínico con cada suceso cerebro-vascular que sufra el paciente), con una relativa preservación de la personalidad y de la memoria.

Los pacientes con esta enfermedad también suelen tener afectada de un modo temprano la capacidad de la marcha, con otras alteraciones motoras y síntomas de incontinencia urinaria temprana (ambas poco frecuentes en la enfermedad de Alzheimer hasta fases más avanzadas), así como una mayor labilidad emocional y tendencia a la depresión. En general, la característica fundamental es que sus síntomas dependen de la localización de las zonas cerebrales dañadas, que suele ser irregular.

Es también muy relevante el papel de la enfermedad vascular cerebral como factor de riesgo y etiopatogénico en el desarrollo de deterioro cognitivo.

8.5 Evolución de la demencia por EVC

La demencia de tipo vascular evoluciona generalmente en forma escalonada, de modo que es relativamente fácil indicar el momento a partir del cual el enfermo empeora, en lugar de observar el gradual y continuo deterioro que se produce en la enfermedad de Alzheimer. El pronóstico depende en gran medida del momento en que se detectó el problema y el grado de atención que se de a la persona enferma.

9.- ENFERMEDAD DE PARKINSON

La enfermedad de Parkinson (EP) fue descrita originalmente en 1817 por James Parkinson, un médico británico que publicó una ponencia sobre lo que él llamó "la parálisis temblorosa". 

Estudios patológicos y de neuroimagen han revelado que en la enfermedad del Parkinson no sólo se produce una desregulación dopaminérgica, sino también un déficit de acetilcolina.

La enfermedad de Parkinson (EP), también denominada Parkinsonismo idiopático o parálisis agitante, es un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo a una incapacidad progresiva, producido a consecuencia de la destrucción, por causas que todavía se desconocen, de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra.Frecuentemente clasificada como un trastorno del movimiento, la enfermedad de Parkinson también desencadena alteraciones en la función cognitiva, en la expresión de las emociones y en la función autónoma.

Esta enfermedad representa el segundo trastorno neurodegenerativo por su frecuencia, situándose únicamente por detrás de la enfermedad de Alzheimer. Está extendida por todo el mundo y afecta tanto al sexo masculino como al femenino, siendo frecuente que aparezca a partir del sexto decenio de vida. Sin embargo, además de esta variedad tardía, existe otra versión precoz que se manifiesta en edades inferiores a los cuarenta años.

9.1 Demencia y Parkinson

Las primeras referencias sobre enfermedad de Parkinson resaltaban la sintomatología motora sin considerar cambios mentales asociados. Posteriormente se ha descrito un déficit visuespacial y alteración de la capacidad de evocación. Sin embargo, la frecuencia de demencia en pacientes con enfermedad de Parkinson es también controvertida. Como en el caso de la depresión, la dificultad está en distinguir si es parte de la enfermedad, pero además, en el caso de la demencia, se añade la dificultad de que algunos tipos de demencia como la enfermedad de Alzheimer o la demencia por cuerpos de Lewy, pueden presentar síntomas comunes a la enfermedad de Alzheimer como bradicinesia, rigidez y alteraciones posturales.

Lo que es evidente es que la demencia en la enfermedad de Parkinson es más frecuente en los enfermos de mayor edad, y particularmente en la enfermedad de Parkinson  de inicio tardío.

9.2 Diagnóstico de laEnfermedad de Parkinson

En la actualidad, el diagnóstico está basado en la clínica, puesto que no se ha identificado ningún marcador biológico de esta enfermedad. Por ello, el diagnóstico de la misma se apoya en la detección de la característica tríada rigidez-temblor-bradicinesia y en la ausencia de síntomas atípicos, aunque también tiene importancia la exclusión de otros posibles trastornos por medio de técnicas de imagen cerebral o de analíticas sanguíneas.

Además, este déficit es mayor que en la enfermedad de Alzheimer, lo que probablemente estaría ligado al deterioro cognitivo que sufren un número importante de pacientes con Parkinson, según ha explicado Jaime Kulisevsky, director de la Unidad de Parkinson y de Trastornos del Movimiento del Hospital de San Pablo, de Barcelona.

9.3 Prevalencia de la demencia por Enfermedad de Parkinson 

Aunque hay datos muy distintos, en los estudios poblacionales se habla de un 25 al 30% de prevalencia de demencia en enfermos de Parkinson. Los estudios centrados en demencia en la población general  encontraron que el 4% de los casos de demencia tienen relación con la enfermedad de Parkinson.

El tratamiento no farmacológico es similar a deterioros cognitivos de otro origen, pero no hay tratamiento farmacológico específico (como sí lo hay para la enfermedad de Alzheimer). En las demencias  de enfermos con enfermedad de Parkinson que presentan  trastornos del comportamiento es importante elegir fármacos que no aumenten la sintomatología parkinsoniana como son los neurolépticos atípicos.

Los pacientes con enfermedad de Parkinson  y depresión tienen puntuaciones inferiores en las pruebas neuropsicométricas en relación a los pacientes con enfermedad de Parkinson sin depresión.

9.4 Clasificación de la Enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson se encuentra dentro de la clasificación de las demencias subcorticales y es primaría, es decir de etiología desconocida. Es una enfermedad neurodegenerativa, crónica y progresiva que se produce por la pérdida de neuronas en la sustancia nigra cerebral y en otras zonas  como el putamen, el globo pálido y en el núcleo caudalado. Existen unos rasgos característicos como el temblor en reposo, la inestabilidad postural y la inexpresividad facial.

Un estudio realizado en Aberdeen, Escocia, no mostró diferencias significativas en algunas variables al comparar pacientes con EP con y sin demencia. Así los primeros tenían una duración de la enfermedad de 5 años, respecto a 7 en los no dementes. Una edad de inicio de la enfermedad de 70 años en los dementes parkinsonianos, versus 72 en los no dementes; una edad promedio de 75 años en los dementes parkinsonianos en comparación a los 71 años en los no dementes. En cambio el tabaquismo previo y la bradicinesia fueron más frecuentes en los pacientes con demencia. El sexo no parece incidir sobre la aparición de demencia. 

9.5 La herencia y la Enfermedad de Parkinson

En los individuos dentro de grupos familiares con herencia común que presentan un vínculo con alteraciones genéticas en el cromosoma 17. Se ha encontrado la presencia de dos variantes en base a los genes mutados, conocidos como MAPT y PGRN. 

Para los pacientes con mutación en el gen MAPT, el inicio de la enfermedad se da entre los 30 y los 60 años, presentando una esperanza de vida de 3 a 10 años a partir del inicio de síntomas. Los pacientes que presentan la mutación en el gen PGRN suelen comenzar entre los 45 y los 85 años de edad, con una duración esperada de la enfermedad entre 1 y 13 años. Existen pacientes que presentan la mutación pero no desarrollan la enfermedad, aunque sí pueden transmitirla a sus descendientes.

9.6 Discrepancias médicas frente a la Enfermedad de Parkinson

Hay discrepancias, que van desde estimar que corresponden a la tercera causa de demencia, después de la tipo Alzheimer y la por multiinfarto, hasta ser considerada una infrecuente causa de demencia. En estudios de cohorte en poblaciones de pacientes hospitalarios, la frecuencia se ha estimado en un 10 a 15% de todos los pacientes con EP. Recientemente, un estudio hecho en la Universidad de Columbia arrojó, una frecuencia de un 15.9%.

9.7 Evolución de la mortalidad por Parkinson

Los estudios sobre la mortalidad en la EP se encuentran limitados por la escasez de precisión de los certificados de defunción, así como por la confusión diagnóstica entre el parkinsonismo idiopático y otros tipos de trastornos neurodegenerativos. Con todo ello, puede establecerse que las tasas de mortalidad por EP son bajas para cualquier estrato de edad y que la edad de la muerte de los pacientes ha ido desplazándose hasta edades más avanzadas, por un progresivo aumento de la esperanza de vida. Además, todo parece indicar que el tratamiento con levodopa reduce el riesgo de muerte de los pacientes, especialmente durante los primeros años de la enfermedad. 

Cuando se sobreviene la muerte en los pacientes aquejados de EP, esta suele ser debida a una infección intercurrente, generalmente torácica, o a un traumatismo producido en alguna de las caídas ocasionadas por la inestabilidad postural. Cabe destacar, que los pacientes con EP tienen una menor probabilidad de fallecer a consecuencia de cáncer o de enfermedades cardiovasculares que la población general. Para un paciente con enfermedad de Parkinson que ya tiene demencia a los 70 años los investigadores calculan que la esperanza de vida se reduce de forma importante a 4,2 años para los hombres y 5,7 años para las mujeres.

10.- DEMENCIA CON CUERPOS DE LEWY

La primera descripción del depósito neuronal anormal con cuerpos de inclusión fue realizada por Fritz Heinrich Lewy en 1912 (Lewy, 1912), publicándose estos hallazgos en Handbook of Neurology de forma inicial; con posterior aparición en la revista alemana Tonus and Bewegund en 1923. Si bien fue C. Tretiakoff en 1919 el que estableció la denominación formal, y a quien se debe la nomenclatura utilizada hoy día de “cuerpos de Lewy”.

Posteriormente en 1961 Okazaki describe pacientes con demencia en los que al realizar el estudio anatomopatológico cerebral presentaban cuerpos de Lewy en el neocortex (Okazaki, 1961); sin embargo no será hasta mediados de la década de los ochenta cuando mediante métodos inmunohistoquímicos (ubiquitina y alfa sinucleina) se haga una mejor identificación de los mismos.

Es en el año 1990 cuando se propone una entidad nosológica diferente a la demencia tipo enfermedad de Alzheimer por el grupo de trabajo de Hansen; siendo en 1995 cuando se establece el término de demencia con cuerpos de Lewy, con posterior revisión de criterios clínicos en 1999 y 2005 por el grupo liderado por McKeith. (Kosaka, 2000; McKeith 1999; 2005).

El término correcto para referirse a varias de las enfermedades o trastornos que ocasionan demencia es "Demencia con Cuerpos de Lewy". La demencia es el deterioro gradual y progresivo de la capacidad mental cognitiva, que afecta a la memoria, los procesos del pensamiento, la conducta y la actividad física. Además de estos síntomas mentales, los pacientes con DCL presentan los síntomas físicos de la enfermedad de Parkinson, entre ellos un leve temblor, rigidez muscular y problemas para moverse. También se presentan importantes alucinaciones visuales. 

10.1 La DCL es la Tercera causa de demencia

La Demencia con Cuerpos de Lewy (DCL),  es la tercera causa de demencia detrás de la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular. Se considera una prevalencia de alrededor del 10 al 20 por ciento del total de casos de demencia, lo que hace necesario investigar lo que significa o lo que representa la Demencia con Cuerpos de Lewy, en todos los órdenes de la vida cotidiana. Su conexión entre las enfermedades de Alzheimer y Parkinson y sobre todo sus terribles consecuencias ya que, todo esto conduce y se transfiere a la familia y a la sociedad.

La Demencia con cuerpos de Lewy (DCL) es una entidad clínico-patológica descrita recientemente (McKeith et al., 1996). Sus notas clínicas principales son deterioro mental con rasgos frontales, parkinsonismo de intensidad variable, rasgos psicóticos y fluctuaciones cognitivas. El hallazgo patológico principal es la presencia de abundantes cuerpos de Lewy (CL) en las neuronas de la corteza cerebral, amígdala, diencéfalo y tronco cerebral; a estas inclusiones neuronales se asocian cantidades variables de lesiones degenerativas tipo Alzheimer.

La entidad clínico-patológica más conocida relacionada con los CL es la enfermedad de Parkinson (EP), siendo también el sustrato patológico principal de cuadros de demencia, disfagia y fallo del sistema autónomo. Los CL pueden estar presentes en otras enfermedades neurológicas como son la ataxia telangiectasia, degeneración corticobasal gangliónica, síndrome de Down, enfermedad de Alzheimer familiar, enfermedad de Hallervorden-Spatz, enfermedad de motoneurona, atrofias multisistémicas, distrofia neuroaxonal, parálisis supranuclear progresiva y panencefalitis esclerosante subaguda.

10.2 Etiología y Diagnóstico de la DCL

La DCL es una enfermedad neurodegenerativa.Su etiología no está aclarada. Su diagnóstico de certeza sólo se puede hacer post mortem, con la demostración de la presencia en la corteza frontal, parietal y temporal, y en la sustancia nigra, de los cuerpos de Lewy, que designan a unas estructuras incluidas en las neuronas y que corresponden a degeneración de su citoplasma formadas por el acúmulo anormal de proteínas, fundamentalmente de alfa-sinucleina, la cual se identifica con toda certeza mediante técnicas inmunohistoquímicas.

10.3 Síntomas  de la DCL

Los síntomas de la enfermedad DCL,  incluyen la presencia de deterioro cognitivo, similar a lo que podemos observar en la demencia tipo Alzheimer, además de la aparición de síntomas de parkinsonismo, tales como lentitud de movimientos, rigidez articular y a veces temblor, alucinaciones, delirios o respuestas anormales a diversos fármacos. Las fluctuaciones es otro de los síntomas cardinales de la enfermedad. La Demencia con Cuerpos de Lewy es una entidad clínico-patológica descrita recientemente. Sus principales características clínicas son el deterioro mental, parkinsonismo de intensidad variable, rasgos sicóticos como las alucinaciones visuales (AV) y fluctuaciones del estado cognitivo que afectan especialmente a la atención y la concentración.

Son también frecuentes la atención lábil, la lentitud del pensamiento, la hipersomnia diurna, los estados de ausencia, los defectos ejecutivos y, especialmente, los defectos visuoespaciales y visuoconstructivos. A menudo el “Insight” está preservado, a diferencia de los casos de EA.  El Insight es un término utilizado en Psicología proveniente del inglés que se puede traducir al español como "visión interna" o más genéricamente "percepción o "entendimiento". Se usa para designar la comprensión de algo (este término fue introducido por la psicología Gestalt).

10.4 Datos epidemiológicos de la DCL

No hay datos epidemiológicos fiables, pues no hay estudios poblacionales de esta entidad, pero en las series recientes la DCL podría constituir del 10% al 36% de las demencias, sólo sobrepasada por la EA, a la que frecuentemente se asocia. La edad de comienzo de la DCL suele ser entre los 70 y los 80 años, como ocurre con otras demencias degenerativas. Inicialmente esta demencia suele ser diagnosticada como EA o DV pero, posteriormente y ante la presencia de síntomas parkinsonianos, el clínico la clasifica como DCL. En otros casos, los pacientes presentan inicialmente síntomas clásicos de la EP y más tarde desarrollan la demencia; solo una minoría de pacientes presenta inicialmente los síntomas de ambos trastornos.

Los pacientes con DCL tienen una esperanza de vida de entre 5 y 7 años desde el momento de aparición; el avance de la enfermedad es implacable y conduce a la demencia grave y a la inmovilidad. La DCL no muestra una sucesión de etapas, como es propio de algunas otras demencias. Algunos pacientes muestran un curso muy rápido de la enfermedad. La muerte suele producirse por neumonía u otras enfermedades. No existe una cura o un tratamiento específicos para detener el curso de la enfermedad.

10.5Otros nombres con los que se conoce la DCL

Hay varios subtipos y nombres diferentes para la demencia con cuerpos de Lewy, tales como:

La enfermedad de cuerpos de Lewy difusos
La enfermedad cortical de cuerpos de Lewy
La demencia senil de tipo Lewy
La variante del Alzheimer de cuerpos de Lewy
La enfermedad de Parkinson con demencia

Los últimos dos tipos en la lista son formas de demencia con cuerpos de Lewy que ocurren en pacientes que ya tienen la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson, respectivamente.

10.6 Diferencias entre el parkinsonismo de la DCL y de la EP 

El carácter simétrico, escaso temblor y poca respuesta al tratamiento con L-Dopa. Se aconseja no utilizar el diagnóstico de DCL cuando el parkinsonismo precede a la demencia en más de un año, calificándose estos casos de enfermedad de Parkinson con demencia.

A veces las alucinaciones se acompañan de ideas delirantes, especialmente del tipo persecutorio, muy establecidos, elaborados y de fuerte contenido, a diferencia de los pobremente formados de la EA.

Los defectos en la percepción visual, tales como distorsiones de tamaño, forma, movimiento o color, en combinación con defectos generales como escasa luz externa, confusión y deterioro cognitivo, juegan un papel clave en el desarrollo de las alucinaciones visuales, las identificaciones erróneas delirantes, las agnosias visuales y las incapacidades visuoconstructivas características de la DCL.

El trastorno del sueño REM se aprecia a menudo en personas con DCL. Durante los periodos de sueño REM el sujeto se mueve, gesticula y habla incoherente y  a esto se le llama: soliloquios nocturnos. Al despertarse, el paciente puede sufrir una confusión más pronunciada entre sueño y realidad.

10.7 Genética familiar de la DCL y la EP

Aunque la mayor parte de la DCL es esporádica, hay unas cuantas familias en las que la DCL y EP están determinadas genéticamente por anormalidades en el gen de la α-sinucleína, la proteína que se cree que está más implicada en la formación de los cuerpos de Lewy. El gen puede tener una mutación, o presentar secuencias de repetición, duplicación o triplicación.

La presentación en tales familias puede ser tanto de EP como de DCL, aportando una fuerte evidencia de que estos dos trastornos comparten una base común. Las familias con una duplicación del gen solo tienen EP, sugiriendo que hay un efecto "dosis-dependiente", o sea que se requiere una mayor sobreproducción de α-sinucleína para desarrollar una histopatología cortical extensa que produzca demencia.

En otros casos, los pacientes presentan inicialmente síntomas clásicos de la EP y más tarde desarrollan la demencia; solo una minoría de pacientes presenta inicialmente los síntomas de ambos trastornos.

10.8 Criterios del Taller Internacional del Consorcio para la DCL 

Hasta la aparición en 1996 de los criterios diagnósticos del Taller Internacional del Consorcio para la Demencia con Cuerpos de Lewy, los casos de Demencia  con cuerpos de Lewy solían ser erróneamente clasificados como enfermedad de Alzheimer (EA), enfermedad de Parkinson (EP) o la superposición de ambas.

La demencia con cuerpos de Lewy es el tercer tipo más común de la demencia, después de la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular. La demencia con cuerpos de Lewy es progresiva, como la enfermedad de Alzheimer. Esto significa que con los tratamientos actuales, la función y las habilidades de los individuos afectados solamente empeorarán al pasar el tiempo.

La superposición del déficit cognitivo y motor en la Enfermedad de Parkinson y enfermedad de Alzheimer sugiere que estas podrían representar los extremos de un espectro de neurodegeneración que pueden reflejar mecanismos patogénicos comunes actuando en una población neuronal, vulnerable, específica.

La mayoría de los casos de DCL tiene alguna histopatología del tipo Alzheimer, habitualmente placas de amiloide neocorticales e hipocámpicas. La mayor parte de estos casos tendrá las características clínicas típicas de la DCL.

Las principales características clínicas de la demencia con cuerpos de Lewy difusos (DCL, también denominada demencia de cuerpos de Lewy o demencia por cuerpos de Lewy) son el deterioro mental, parkinsonismo de intensidad variable, rasgos psicóticos como las alucinaciones visuales (AV), y fluctuaciones del estado cognitivo que afectan especialmente a la atención y concentración.

Aún hoy la DCL es infradiagnosticada clínicamente. Constituye más del 10% de todos los casos de demencia que llegan a la necropsia, pero los estudios de muestras clínicas informan que sólo alrededor de un 5% tienen el síndrome de DCL.

Estos criterios han sido actualizados en octubre de 2005 de la forma siguiente:

10.8.1 Característica esencialde DCL (Indispensable para el diagnóstico)

Demencia con declive cognitivo de carácter progresivo, de magnitud suficiente para interferir en la función social o laboral. Una alteración prominente de la memoria puede no ser evidente en las fases iniciales, pero habitualmente se desarrolla con la progresión de la enfermedad. Son típicos los déficits en la atención, en la función ejecutiva y en la capacidad visuoespacial. Una alteración prominente de la memoria puede no ser evidente en las fases iniciales.

10.8.2 Características centrales de DCL

Dos de las siguientes características definen un diagnóstico de demencia con cuerpos de Lewy probable, y la presencia de una sola de ellas indica el diagnóstico de demencia con cuerpos de Lewy posible: Fluctuación de la capacidad cognitiva, con variaciones importantes de la atención y del estado de alerta. Alucinaciones visuales complejas recurrentes, bien formadas y detalladas. Signos motores espontáneos de parkinsonismo.
10.8.3 Características sugestivas de DCL

Una característica central más una característica sugestiva definen un diagnóstico de demencia con cuerpos de Lewy probable; ninguna característica central pero con una o más características sugestivas definen una demencia con cuerpos de Lewy posible: Trastorno del sueño REM (Rapid Eye Movement - movimiento ocular rápido), que puede aparecer años antes del comienzo de la demencia o del parkinsonismo. Grave sensibilidad a los neurolépticos, que ocurre hasta en el 50% de los pacientes con DCL. Baja captación del transportador de la dopamina en los ganglios basales del cerebro, apreciada mediante SPECT o PET.

10.8.4 Características que apoyan el diagnóstico de DCL

Caídas repetidas y síncopes (desmayos). Pérdidas de consciencia transitorias no explicadas por otras causas. Disfunción autonómica. Alucinaciones no visuales. Anormalidades visuoespaciales. Otros trastornos psiquiátricos. El diagnóstico de demencia con cuerpos de Lewy es menos probable en presencia de:Enfermedad vascular cerebral, con signos neurológicos focales o lesiones vasculares en técnicas de neuroimagen. Evidencia de otra enfermedad neurológica o sistémica que pudiese justificar el cuadro clínico.Son también frecuentes la atención lábil, la lentitud del pensamiento, la hipersomnia diurna, los estados de ausencia, los defectos ejecutivos y, especialmente, los defectos visuoespaciales y visuoconstructivos. A menudo el insight está preservado, a diferencia de los casos de EA.

Las fluctuaciones del rendimiento cognitivo se presentan de un día para otro o incluso en el mismo día, y son frecuentes los cuadros confusionales de origen desconocido, no atribuibles a factores externos ni médicos definidos.

10.8.5 Secuencia temporal de los síntomas de DCL

La demencia con cuerpos de Lewy es diagnosticada cuando la demencia precede al parkinsonismo o aparece al mismo tiempo que este. La demencia de la enfermedad de Parkinson debería utilizarse para describir la demencia que aparece en el contexto de una enfermedad de Parkinson ya bien establecida. En el caso de los estudios de investigación que deban distinguir entre demencia con cuerpos de Lewy y demencia de la enfermedad de Parkinson, se recomienda que para diagnosticar demencia con cuerpos de Lewy se use como norma que la demencia no debería haber comenzado más allá de un año tras el inicio del parkinsonismo.

Son también frecuentes la atención lábil, la lentitud del pensamiento, la hipersomnia diurna, los estados de ausencia, los defectos ejecutivos y, especialmente, los defectos visuoespaciales y visuoconstructivos. A menudo el insight está preservado, a diferencia de los casos de EA. Las fluctuaciones del rendimiento cognitivo se presentan de un día para otro o incluso en el mismo día, y son frecuentes los cuadros confusionales de origen desconocido, no atribuibles a factores externos ni médicos definidos.

Los signos parkinsonianos son, quizá, el rasgo más característico de la DCL. En algunos casos preceden a la demencia, de forma sutil o notoria, y los pacientes son diagnosticados durante meses o años de EP, con respuesta escasa y transitoria a la L-Dopa. Predomina la rigidez, que aparece precozmente en más de la mitad de los casos, pero son también frecuentes la bradicinesia, la falta de expresividad facial, los trastornos de la postura, marcha y reflejos posturales y, en menor medida, la hipofonía y el temblor. Estos rasgos pueden darse también en la EA, pero son más leves y tardíos y a veces asociados a CL corticales.

Las diferencias entre el parkinsonismo de la DCL y de la EP son escasas: el carácter simétrico, escaso temblor y poca respuesta al tratamiento con L-Dopa. Se aconseja no utilizar el diagnóstico de DCL cuando el parkinsonismo precede a la demencia en más de un año, calificándose estos casos de enfermedad de Parkinson con demencia. El rasgo psicótico más claro es la presencia de alucinaciones visuales, típicamente complejas y muy elaboradas, y de presentación precoz. A veces las alucinaciones se acompañan de ideas delirantes, especialmente del tipo persecutorio, muy establecidos, elaborados y de fuerte contenido, a diferencia de los pobremente formados de la EA.

11.- DEMENCIA FRONTOTEMPORAL

La demencia de tipo frontal, que como su nombre lo indica es un tipo especial de demencia que produce una neurodegeneración de los lóbulos frontales. Puede definirse la demencia como un síndrome que se caracteriza por la pérdida adquirida de las habilidades cognoscitivas y emocionales, en un grado tal, que interfieren negativamente en el correcto desempeño de la vida cotidiana y afectando gravemente la propia autonomía de la persona. La prevalencia de la demencia es del 1 % en la población general a la edad de 60 años y se duplica cada 5 años hasta alcanzar de 30% al 50% a los 85 años de edad.

11.1 Signos y síntomas de la demencia frontotemporal

Los principales síntomas son el embotamiento emocional, la pérdida del insight o conciencia del propio yo, cambios en la conducta sexual, tanto de hipo o hipersexualidad, y en los hábitos alimenticios, con presencia de ingesta compulsiva de alimentos.

Los pacientes afectados por esta demencia presentan un deterioro progresivo de su creatividad, intuición, ven afectados su control de impulsos y desarrollan conductas socialmente inaceptables. Generalmente estos trastornos del comportamiento, repercuten en que el paciente se torne despreocupado y menos eficiente en el desempeño de sus funciones laborales. La apatía se presenta en muchos pacientes y puede ser difícil diferenciarla de un cuadro depresivo, junto con el descontrol de los impulsos y el descuido de la higiene personal.Los afectados por esta demencia también pueden verse en ocasiones envueltos en problemas legales debidos a comportamientos inapropiados, como el robo.

Las habilidades lingüísticas pueden resultar afectadas de diversas formas en ambos tipos de sintomatología. Algunos pacientes conservan una fluencia correcta desde el punto de vista fonológico y sintáctico, pero presentan dificultades en la denominación y comprensión de palabras. A esto se le conoce como demencia semántica, y se debe a una atrofia de los lóbulos temporales anteriores, habitualmente con un patrón asimétrico. Por el contrario, otros pacientes presentan una fluencia deteriorada debida a dificultades articulatorias, así como errores fonológicos y/o sintácticos, pero mantienen preservada la comprensión de palabras, lo que indicaría una afasia progresiva no fluente.

11.2 Diagnóstico de la demencia frontotemporal

De acuerdo con los criterios del DSM-IV, el diagnóstico es fundamentalmente clínico, incluyendo cambios conductuales y alteraciones en el lenguaje. También se utilizan técnicas de neuroimagen y test neuropsicológicos.

Los estudios estructurales realizados con resonancia magnética suelen revelar una atrofia de los lóbulos frontal y/o anterior, pero en las primeras fases de la enfermedad, los resultados de la resonancia pueden ser normales. El registro de imágenes en distintas fases de la evolución de la enfermedad, por ejemplo, con un lapso de un año, puede mostrar evidencias de atrofia al comparar los resultados, en casos en los que la observación independiente, sin una imagen previa de referencia, la atrofia podría pasar desapercibida.

La demencia frontotemporal suele comenzar antes de los 60 años, es decir, es una demencia típicamente presenil. Se diagnostica de una forma imprecisa, en ocasiones de forma de una depresión enmascarada.

El promedio de duración de esta enfermedad fluctúa entre 2 y más de 10 años. El curso del proceso es progresivo y la muerte sobreviene, como media, ocho años después de las primeras manifestaciones.

12.- PRUEBAS Y EXAMENES PARA EL DIAGNOSTICO DE LA DEMENCIA

Un médico experimentado puede a menudo diagnosticar la demencia realizando un examen físico y haciendo preguntas acerca de la historia clínica de la persona.El examen físico incluye un examen neurológico. Se realizarán exámenes para revisar la función mental, lo cual se denomina evaluación del estado mental.

Se pueden ordenar otros exámenes para determinar si otros problemas podrían estar causando la demencia o empeorándola. Estas afecciones abarcan:

Anemia.
Tumor cerebral.
Infección crónica.
Intoxicación por medicamentos.
Depresión severa.
Enfermedad tiroidea.
Deficiencia vitamínica.

12.1 Se pueden llevar a cabo los siguientes exámenes y procedimientos

Nivel de B12.
Niveles de amoníaco en la sangre.
Química sanguínea con baterías de pruebas metabólicas completas.
Determinación de Ácido Fólico, Homocisteina y APO E en sangre. 
Gasometría arterial.
Análisis del Líquido cefalorraquídeo.
Niveles de drogas o alcohol efectuando exámenes toxicológicos.
Electroencefalograma.
Tomografía computarizada de la cabeza y Spect cerebral.
Examen del estado mental y Test Psicométrico.
Resonancia magnética de la cabeza.
Pruebas de la función tiroideay Nivel de la hormona estimulante de la tiroides.
Análisis de orina.

12.2 Tratamiento dela Demencia

Es frecuente que el médico que supervisa a un paciente con demencia administre tacrina debido a sus efectos de mejora en la memoria.

Para mejorar la atención y “activar” a estos pacientes se suelen utilizar estimulantes como el metilfenidato o la minaprina. Estos fármacos tienen un efecto limitado y numerosos efectos secundarios por lo que el médico valorará si es conveniente la administración de estos fármacos.

Algunos pacientes con demencia suelen mostrarse inquietos o ansiosos por lo que se valora la administración de tranquilizantes como las benzodiacepinas. Sin embargo, estos fármacos pueden ocasionar un aumento de los problemas mentales y los síntomas psicóticos con lo que el médico puede valorar más convenientes los neurolépticos, estos presentan importantes efectos secundarios que valorará y supervisará el medico correspondiente.

Es frecuente que los pacientes con demencia presenten síntomas depresivos y por ello, también se utilizan fármacos antidepresivos.El tratamiento depende de la afección causante de la demencia. Algunas personas pueden requerir hospitalización por un corto tiempo.La suspensión o el cambio de medicamentos que empeoran la confusión pueden mejorar la función cerebral.

Existen cada vez más datos que confirman que algunos tipos de ejercicios mentales pueden ayudar a paliar la demencia.

El tratamiento de afecciones que pueden llevar a la confusión a menudo puede mejorar enormemente el funcionamiento mental. Tales afecciones abarcan:

Anemia.
Insuficiencia cardíaca congestiva.
Disminución de oxígeno o hipoxia.
Depresión.
Insuficiencia cardíaca.
Infecciones.
Trastornos nutricionales.
Trastornos de la tiroides.

Pueden requerirse medicamentos para controlar problemas de comportamiento, causados por la pérdida de la capacidad de discernimiento, aumento de la impulsividad y confusión:

Antipsicóticos (haloperidol, risperdal, olanzapina)
Estabilizadores del estado de ánimo (fluoxetina, imipramina, citalopram)
Estimulantes (metilfenidato)

Ciertos fármacos son útiles en la demencia yse han demostrado efectos terapéuticos significativos con varios de ellos:

Donepezil, Rivastigmina, Galantamina.
Memantina
Selegilina, Vitamina E, Ginkgo Biloba.
Antinflamatorios no esteroideos.
Estatinas
Levodopa.
Risperidona, Olanzapina, Quetiapina.

12.3 Terapia Psicológica en la Demencia

La intervención psicológica que se realiza con pacientes con demencia es amplia y va a depender del estudio individualizado que se realiza. En líneas generales, el tratamiento irá dirigido a:

Creación de un ambiente seguro que prevenga posibles caídas o pérdidas de peso por la falta de una adecuada alimentación.
Enriquecimiento ambiental dirigido a una estimulación sensorial como la musicoterapia que va a mejorar el humor, el habla, los procesos mentales, etc.
Mantenimiento en las actividades diarias que pueden ir desde coger el autobús hasta mantener una adecuada higiene personal.
Ayudas dirigidas a la mejora de la memoria como la colocación de fotografías de familiares, claves para recordar, dialogar sobre fotografías del pasado, etc.
Establecer actividades para preservar las funciones mentales como leer el periódico, escuchar la radio, realizar trabajos domésticos, etc.
Intervención en otros problemas adicionales: regulación del sueño, depresión, alteraciones del lenguaje, problemas de movilidad, etc.
La psicoterapia o la terapia grupal generalmente no ayudan porque puede causar más confusión.
Debido al importante desgaste psicológico que implica el cuidado de un enfermo con demencia, el tratamiento psicológico debe incluir apoyo y asesoramiento a los familiares que asumen el cuidado de estas personas.

13.- IMPACTO ECONOMICO DE ESTAS ENFERMEDADES

Las enfermedades asociadas al envejecimiento suponen actualmente uno de los mayores problemas para los sistemas sanitarios y asistenciales de los países desarrollados, ya que el aumento de la expectativa de vida media, se calcula que en breve más del 20 % de la población occidental superará los 60 años, ha provocado un incremento de las patologías crónicas ligadas a la ancianidad, destacando aquellas que afectan al sistema nervioso central. La enfermedad de Alzheimer (EA) es el trastorno neurodegenerativo con mayor incidencia en la edad madura con más de 600.000 enfermos afectando al 6-8 % de los mayores de 65 años. La enfermedad de Parkinson (EP) aparece en el segundo lugar con cerca de 100.000 enfermos afectando al 1-2 % de la misma población.

Los estudios socio-económicos de la Enfermedad de Alzheimer  y de la Enfermedad de Parkinson o la Demencia con Cuerpos de Lewy, dan como resultado una vulnerabilidad gravísima de las aristas social, moral, económica de las familias que viven un evento de esta naturaleza y a la cual se aúnan los daños humanos de los pacientes que incluso siguiendo  sus tratamientos al pie de la letra, constantemente  pierden capacidades que los llevan a ser cada día más dependientes de sus familias y cuidadores, al grado de llegar, irrebatiblemente,  a ser incapaces de valerse por si mismos aun en las más elementales acciones de la vida diaria.

Estas patologías consumen una creciente cantidad de recursos médicos, farmacéuticos y sociales. Deterioran en alto grado la calidad de vida del enfermo y de sus cuidadores primarios, generalmente miembros de la propia familia del afectado que le cuidan en un 85 % de los casos en el propio domicilio. Se calcula que el 65 % de los cuidadores primarios necesitarán atención médica o psicológica especializada como efecto directo del estrés psicofísico del cuidar continuado y que el 20 al 25 % de ellos terminarán desarrollando lo que se ha venido en denominar "síndrome burn-out" o del "cuidador quemado". Este síndrome (García-Piñá, 2004; Flórez, 1996b) fue primeramente descrito en Estados Unidos en 1974. Consiste en un profundo desgaste emocional y físico que experimenta la persona que convive y cuida a un enfermo crónico incurable tal como el enfermo de Alzheimer. El cuidador que puede sufrirlo es aquel que llega a dedicarle casi todo su tiempo (incluso dejando de trabajar para cuidarle), generalmente en solitario (aunque haya otros familiares que suelen "lavarse las manos" y mantenerse en la periferia), durante ya muchos años y con estrategias pasivas e inadecuadas de resolución de problemas (Jerrom y cols, 1993).

Se considera producido por el estrés continuado de tipo crónico (no el de tipo agudo de una situación puntual) en un batallar diario contra la enfermedad con tareas monótonas y repetitivas, con sensación de falta de control sobre el resultado final de esta labor, y que puede agotar las reservas psicofísicas del cuidador (Goode y cols, 1998).

En esta batalla por mejorar la calidad de vida de los enfermos de demencia estamos comprometidos todos, mas bien estamos obligados todos los miembros de la sociedad y del Estado, quienes en conjunto tenemos la responsabilidad de luchar por las causas superiores y apelar por los problemas que atañen a una mayoría, cada día más importante en el mundo e indistintamente si somos o no participantes directos de esta tragedia humana.

14.- CUANDO CONSULTAR A UN PROFESIONAL

Es importante consultar a su médico si siente preocupación acerca de su memoria o si usted o un ser querido últimamente ha tenido problemas con alguno de los siguientes síntomas:

Aprender y recordar información nueva.
Manejar tareas complejas, como la de preparar comidas.
Razonamiento, saber como organizar las compras.
Orientación, como saber el día de la semana o el momento del día.
Problemas delenguaje, incluido encontrar las palabras para expresar pensamientos.

Una persona con demencia puede también presentar los siguientes tipos de comportamientos:

Cambios en el estado de ánimo o el comportamiento, como la irritabilidad.
Colocar objetos de uso diario en lugares extraños, como poner un sombrero o ropa dentro del microondas.
Olvidarse del día, el mes, la hora o el lugar donde la persona está en se momento.
Pérdida de deseo para iniciar actividades o para mantenerse  activo, como de costumbre.

Consulte con el médico si alguien cercano experimenta cualquiera de los síntomas de demencia antes descritos. Consulte con el médico si alguien cercano experimenta síntomas de demencia.

Si está cuidando a una persona con este trastorno y la afección se deteriora a tal punto que ya no la puede cuidar en casa, hable sobre la situación con el médico. Asimismo, llame al médico si una persona con este trastorno experimenta un repentino cambio en su estado mental. Un cambio rápido puede ser indicio de otra enfermedad.

15.- COMPLICACIONES DE LA DEMENCIA

Las complicaciones dependen de la causa de la demencia, pero pueden abarcar las siguientes:

Pérdida de la capacidad para desempeñarse o cuidar de sí mismo.
Pérdida de la capacidad para interactuar.
Aumento de las infecciones en cualquier parte del cuerpo.
Reducción del período de vida.
Abuso de parte de la persona demasiado estresada que le brinda cuidados.
Pérdida de la capacidad para desempeñarse o cuidar de sí mismo.
Efectos secundarios de los medicamentos utilizados para tratar el trastorno.
Si se presenta un súbito cambio en el estado mental.    
Si el estado de una persona con demencia empeora.
Si usted se siente incapaz de cuidar de un paciente con demencia en el hogar.

Alguien con demencia necesitará apoyo en el hogar a medida que la enfermedad empeore. Los miembros de la familia u otros cuidadores pueden ayudar tratando de entender cómo la persona con demencia percibe su mundo. Bríndele a la persona con demencia la posibilidad de hablar acerca de cualquier reto y participar en su propio cuidado.

16.- ASPECTOS EN EL CUIDADO DE UNA PERSONA CON DEMENCIA

Es indispensable tener claros varios aspectos a la hora de atender en casa a una persona con demencia. El primero es que no hay nadie igual, la naturaleza nos ha hecho a todos diferentes; por tanto, si nos enfermamos, todos reaccionamos de diferente forma ante una misma enfermedad. Es cierto que las personas que padecen de algún tipo de demencia tienen un grupo de conductas que responden a características del tipo de demencia que padece, pero cada una va a tener una reacción diferente. Nunca una persona con demencia es igual a otra.

Los dementes según avanza la enfermedad pueden mostrar también rasgos sicóticos, depresivos y delirios. Dentro de los síntomas conductuales los primeros hallazgos consisten en cambios de personalidad o de conducta leves, que, posteriormente, se hacen más evidentes con cuadros de delirio o alucinaciones. Los dementes suelen experimentar cuadros de confusión al ser hospitalizados o secundarios a otras enfermedades como infecciones o alteraciones metabólicas.

Aunque la alteración de la memoria puede, en una minoría de casos, no ser un síntoma inicialmente dominante, es la alteración típica de la actividad cognitiva en las demencias, sobre todo para la más frecuente que es la Enfermedad de Alzheimer, y su presencia es condición esencial para considerar su diagnóstico.

16.1 Necesidad de información y asesoramiento sobre la demencia

Conocer más sobre la demencia y buscar asesoramiento especializado ayudará a la familia a comprender el desarrollo de la enfermedad y de esta manera hacerla menos traumática y atemorizante. El hecho de familiarizarse con sus síntomas permitirá a la familia a tomar decisiones que favorezcan la ruta más conveniente que proteja al paciente y su entorno.  

Al final de cuentas no importa cuál sea el método que usted utilice, lo importante es que se facilite la vida, que la relación entre el cuidador y el enfermo sea lo más armoniosa posible y que ambos, cuidador y enfermo, puedan mejorar la calidad de vida.

Acentuamos, esta alteración cognitiva provoca incapacidad para la realización de las actividades de la vida diaria. Los déficit cognitivos pueden afectar a cualquiera de las funciones cerebrales, particularmente, las áreas de la memoria de corto plazo, el lenguaje, la comprensión, las habilidades motoras, la atención, las habilidades visuoconstructivas, las praxis y las funciones ejecutivas como la resolución de problemas o la inhibición de respuestas, la capacidad de identificar elementos de uso cotidiano, el tiempo de reacción y los rasgos de la personalidad. 

A lo largo de la enfermedad, es probable que el sujeto pierda la orientación espacio-temporal y hasta la conciencia sobre su identidad y de sus seres queridos. En estos casos, la persona no sabe en qué año vive, en dónde y con quienes. La demencia suele incluir delirios y rasgos psicóticos. El demente puede asegurar que habla con personas ya fallecidas, entre otras alucinaciones o confusiones.

16.2 Trastornos conductuales del paciente con demencia

Las demencias son patologías de alta prevalencia en este grupo etáreo (20% o más en los mayores de 60 años). Son también patologías de enorme costo económico, con alto impacto social y psicológico, tanto por su efecto en el enfermo como por las consecuencias de la dependencia en el entorno familiar. El paciente demente es raramente institucionalizado y permanece hasta los estados avanzados de la enfermedad en su domicilio a cargo de los familiares. El primer contacto del paciente con demencia con los equipos de salud suele ser a nivel de la Atención Primaria. A este nivel existe subdiagnóstico y por consecuencia un manejo deficiente de esta patología.

Los trastornos conductuales constituyen una de las principales causas de sobrecarga en el cuidador, agravamiento cognitivo del paciente con demencia, aumento en los costos asociados al cuidado y en la aceleración de la institucionalización del paciente con demencia.

Los principales síntomas conductuales y psicológicos en las demencias según el Neuropsychiatric Inventory son:

Ideas  delirantes.
Alucinaciones.
Falsos reconocimientos.
Agitación.
Agresión verbal y física.
Síntoma  depresivo.
Disforia.
Ansiedad.
Habla reiterativa.
Elación o grandiosidad.
Euforia.
Apatía.
Indiferencia.
Desinhibición.
Irritabilidad.
Labilidad.
Conductas motoras aberrantes.
Deambulación errática.
Trastornos del sueño.
Trastornos del apetito.
Alteración de la esfera sexual.
Seguir de cerca, ser la sombra.

16.3 Síntomas Psicológicos y Conductuales asociados a Demencia

Los Síntomas Psicológicos y Conductuales Asociados aDemencia(SPCD) son descritos como “síntomas de trastornos de la percepción, del contenido del pensamiento, del ánimo y de la conducta, que frecuentemente ocurren en personas con demencia”.

Las demencias, entidades definidas como síndromes neurológicos adquiridos y caracterizados por una declinación de las capacidades cognitivas y de la autonomía, incluyen frecuentemente trastornos conductuales y psicológicos, denominados SPCD.

Estos síntomas pueden ser analizados individualmente o según dos principales combinaciones: El síndrome psicótico y el síndrome afectivo. El primero incluye alucinaciones frecuentemente asociados a ideas delirantes y trastornos de la conducta y el segundo se manifiesta por disforia, ansiedad, irritabilidad, agitación psicomotora, síntomas neurovegetativos, tales como trastornos del sueño del apetito, apatía y ocasionalmente ideas delirantes.

Desde temprano en la historia de la EA, los síntomas psicóticos (delirios y alucinaciones) han sido descritos como una parte del cuadro clínico de esta enfermedad, se observan en alrededor del 30% al 50% de los casos. Suelen presentarse en la etapa intermedia y avanzada de la enfermedad. 

Las alucinaciones más frecuentes son las visuales y, más frecuentes aún son los delirios de carácter paranoide (persecutorio). Se trata de ideas delirantes  más bien concretas y poco elaboradas. Estas ideas delirantes se denominan paranoides porque se producen como consecuencia de las fallas cognitivas, como olvidan donde dejan sus cosas y luego no las pueden encontrar, creen que les han robado, e incluso culpan a sus propios cuidadores; al no reconocer bien a su familia piensan que son impostores, y que su casa no es realmente su hogar. En su impotencia y confusión  temen y creen que su familia los abandonará. Además viven en el pasado, con recuerdos de antiguos familiares, llegan a creer que los ven y conversan con ellos. Los síntomas psicóticos se asocian con frecuencia con agitación, agresión y conducta alterada.

Dentro de las intervenciones no farmacológicas en las demencias, las que han mostrado mayor impacto son la capacitación del equipo de Atención Primaria con el objetivo de mejorar la calidad y oportunidad del diagnóstico y de las derivaciones de las demencias y las intervenciones psicoeducativas a nivel de cuidadores que normalmente se traducen en una disminución de los síntomas conductuales de los personas y de la morbilidad de los propios cuidadores.

16.4 Pregúntele al médico cómo puede usted colaborar

Ayudar a alguien con demencia a permanecer calmado y orientado.
Hacer que vestirse y asearse sea más fácil.
Hablar con alguien con demencia.
Ayudar con la pérdida de la memoria.
Manejar problemas de comportamiento y de sueño.

16.5 Consejos para reducir la confusión en personas con demencia 

Tener objetos y personas familiares alrededor.
Mantener pequeñas luces encendidas por la noche en sitios estratégicos.
Brindar recordatorios frecuentes, notas, listas de tareas rutinarias o instrucciones para las actividades diarias.
Ceñirse a un horario de actividades simple.
Caminar regularmente con un cuidador u otra compañía confiable puede mejorar las habilidades de comunicación y evitar que la persona deambule.
La música tranquilizante puede reducir la deambulación y la inquietud, aliviar la ansiedad, mejorar el sueño y el comportamiento.
La persona con demencia debe hacerse revisar los ojos y los oídos. Si se encuentran problemas, es posible que se necesiten audífonos, gafas o cirugía de cataratas.
Supervisar las comidas y ayudar con la alimentación. Las personas con demencia con frecuencia se olvidan de comer y beber y, en consecuencia, pueden deshidratarse. Hable con el médico respecto a la necesidad de calorías extras debido al aumento de la actividad física a raíz de la inquietud y el hecho de deambular.

16.6 Hable con respecto a la seguridad del paciente con demencia

Tener cuidado con el riesgo de ahogarse y qué hacer si se presenta ahogamiento.
Cómo incrementar la seguridad en la casa.
Cómo prevenir caídas.
Elementos para mejorar la seguridad en el baño.

Finalmente, puede ser necesaria la asistencia y vigilancia las 24 horas para brindar un ambiente seguro, controlar el comportamiento agresivo o agitado y satisfacer las necesidades fisiológicas. Esto puede incluir cuidado en el hogar, asilos de ancianos o guardería para adultos.

16.7 Cuidados a largo plazo del paciente con demencia

Una persona con demencia puede necesitar vigilancia y ayuda en casa o en una institución. Las posibles opciones abarcan:

Guardería para adultos.
Albergues.
Clínicas de reposo.
Cuidado en el hogar.

Muchas organizaciones están disponibles para ayudarle a cuidar a una persona con demencia. Éstas abarcan:

Servicios de protección de adultos.
Recursos de la comunidad.
Amas de casa.
Enfermeras visitadoras o auxiliares.
Servicios de voluntarios.

En algunas comunidades, puede haber disponibilidad de grupos de apoyo relacionados con la demencia. En varios países existen grupos de apoyo para el cuidado de pacientes con demencia. La asesoría a la familia puede ayudar a sus miembros a hacerle frente al cuidado en el hogar.

16.8 Asesoría y Recomendaciones Legales

Cuando una persona con demencia ya no tiene la capacidad mental de firmar un documento legal (entender lo que dice y las repercusiones) es más difícil hacer un arreglo legal para ayudarle tomar decisiones. Sin embargo, la custodia legal es un arreglo legal que permite que los cuidadores tomen las decisiones sobre las finanzas, asuntos legales, tratamientos médicos, y otras decisiones de parte de su ser querido que ya no puede tomar decisiones debido a una invalidez, incapacidad o enfermedad mental.

El proceso de obtener la custodia legal puede ser complicado y frustrante. Usualmente consiste de un procedimiento legal para establecer que la persona es incapaz de tomar decisiones para sí misma. 

Las instrucciones previas, un poder notarial y otras acciones legales pueden facilitar la toma de decisiones con relación al cuidado de la persona con demencia. Busque asesoría legal al comienzo en el curso de la enfermedad, antes de que la persona con demencia sea incapaz de tomar tales decisiones.

17.- RECOMENDACIONES A CERCA DEL PACIENTE CON DEMENCIA

Es importante que la familia comprenda la enfermedad. Si la persona está todavía trabajando, será conveniente pedir la incapacidad laboral por enfermedad. Es imprescindible que se explique a la persona que todavía puede comprender por qué se van a hacer los trámites.

Procure que las salidas a la calle sean siempre en compañía de alguna persona para evitar que se pueda extraviar; además, es útil colocarle algún tipo de identificación con el nombre, la dirección y el número de teléfono. Cuando sale con esta persona, trate de nombrarle los sitios por donde pasan con el fin de ayudarlos a recordar. Buscando diferentes tipos de excusas, evite que la persona maneje.

17.1 Comportamiento de un cuidador frente al paciente con demencia

Acepte sin protestar los posibles reproches que, en muchas ocasiones, el enfermo le va a hacer a causa de las pérdidas o extravíos generados por la falta de memoria. Quítele importancia y explíquele que a usted también se le pierden las cosas.

Así mismo, es frecuente que pregunten de manera reiterativa que día es, en cual mes estamos o en que año vivimos. Ayúdelo a que inicie un diario sobre lo que hizo durante el día, de esta manera llevará un reconocimiento del día, del mes y del año y le fortalecerá la memoria. Esta tarea es a veces imposible de realizar pero, hay que hacer lo necesario para lograr la colaboración del paciente.

Debido a que pierden su concentración con mucha facilidad, escríbale en una pizarra las tareas que debe hacer, desde la hora de levantarse, bañarse, vestirse, desayunarse, almorzar, cenar, etc., hasta la hora de acostarse. Si hay un cambio en el itinerario, explíqueselo las veces que sea necesario. Si se molesta por estas medidas, dígale que es para que a usted no se le olvide. Un calendario bien grande es de mucha utilidad, en donde usted pueda escribir todos los días.

Generalmente, preguntan con mucha frecuencia la hora; por esto conviene tener un reloj grande en el área donde permanece más tiempo. Otra opción es la de proporcionarle un reloj de pulsera con esfera y números grandes y, practicar a manera de juego con el horario. Esta sencilla práctica ayuda al manejo y recordatorio de las horas y minutos.

17.2 Ayuda al paciente con demencia para simplificar decisiones

Simplifique las decisiones, ofrézcale una o dos alternativas para comer, vestir, pasear, etc. Procure distraerlo cuando se irrite porque se da cuenta de que comete muchos errores u olvidos. No lo corrija porque esto hará que se sienta todavía más frustrado. Háblele siempre en positivo y despacio, procure no recriminarle ni quejarse. Es útil leerles en voz alta; si esto lo irrita o usted ve que le genera confusión, dígale que le duelen los ojos y que otro día lo hará. Si nota que le cuesta concentrarse, invítelo a que lea un poquito. Si lo hace por varios días consecutivos y esta respuesta es positiva, es importantísimo que se haga una rutina.

17.3 Ejercicio físico y paciente con demencia

Los ejercicios físicos de moderado impacto, las caminatas al aíre libre, las técnicas y las actividades para la salud mental han demostrado científicamente que tanto la actividad física como la mental llevadas a acabo con sentido común, moderación y disfrute, contribuyen a preservar la salud y la calidad de vida. Cualquier programa de higiene mental se aprovechará mejor si se complementa con actividad física, siempre que este aprobada por su médico. Se recomienda caminar a paso confortable, a los menos 20 minutos al día, en cualquier lugar agradable y seguro. En caso de cualquier malestar leve que se asocie a la caminata, es conveniente de hacerlo saber al médico.

17.4 Ayuda del Psicólogo en el tratamiento de paciente con demencia 

La participación del Psicólogo Clínico a través de las llamadas terapias blandas, que son intervenciones psicoterapéuticas que procuran estimular las funciones intelectuales conservadas, endentecer la progresión del envejecimiento natural, restaurar los procesos cognitivos afectados por la edad o por alguna enfermedad concurrente, son de gran ayuda. Igual importancia reviste el efecto que se logra sobre el estado de ánimo. Investigaciones cinéticas también intentan demostrar que el ejercicio mental regular podría aumentar la eficacia de algunos psicofármacos. Además, este tipo de terapias dirigidas son diseñadas para estimular las funciones mentales específicas: memoria, atención, orientación temporal y espacial, concentración, capacidad de aprendizaje, demás de las funciones ejecutivas que son aquellas encargadas de resolver problemas, anticipar consecuencias, planificar la adaptación a situaciones nuevas y elegir la respuesta y conducta más adecuada.

17.5 Prevención frente a hechos fortuitos en los pacientes con demencia

El peligro de las caídas es más frecuente que ocurra durante la noche, por eso es importante no hacer cambios en el mobiliario y poner una luz pequeña por la noche. Si su paciente se levanta durante la noche y se viste, posiblemente es porque ve la ropa en una silla o el clóset abierto. Si es así, procure que no vea la ropa.

Es importante no dejar las medicinas que el paciente esté tomando a su alcance, guárdelas en un cajón cerrado. Utilice un organizador de medicinas para evitar equivocaciones. Es indispensable que la responsabilidad del cuidado no recaiga solamente en una persona. Así mismo, es conveniente tener una lista detallada de las medicinas que toma y el horario en que debe ser suministrada.

Es importante mantener junto al teléfono una lista de los números más útiles y prácticos para usted, el de sus hijos, médico, hospital, bomberos, cerrajero, ambulancia, vecinos próximos, etc. 

No es conveniente cambiarle la residencia porque esto hará que se desoriente más. Si lo hace explíquele el porqué de los cambios y haga que el paciente sienta que esa residencia es suya y que nada cambia en su vida y relación.

No oculte que su familiar padece de esta enfermedad. Es más, comuníquelo a sus vecinos y amigos. De esta forma no les extrañará su comportamiento y lo tratarán con más consideración y cariño. También les hará ver que todos somos enfermos en potencia.

En las primeras fases de la demencia, las personas afectadas suelen estar en capacidad de hacer sus tareas cotidianas sin prácticamente ninguna ayuda. Sin embargo, llegará la hora en que ya no puedan vivir solos sin peligro. El momento en que esto suceda es distinto para cada persona, pero la aparición de ciertos problemas como olvidarse de comer, bañarse o tomar medicamentos puede ser señal de que se requiere más supervisión. Si tiene alguna inquietud, asegúrese de hablar con el médico y el personal del equipo tratante.

Los pacientes con demencia pueden permanecer en el hogar, con frecuentes reevaluaciones médicas y una adecuada vigilancia y supervisión. Los cuidadores deben estar siempre atentos al paciente, por su tendencia a caerse o perder la conciencia. La demencia impide que los pacientes aprendan nuevos hábitos que podrían ayudarles a superar los problemas motores. Es posible que en algunos días necesiten más ayuda que en otros, y pueden sentirse más tranquilos si el cuidador les desvía la atención cuando presenten alucinaciones. 

18.- SISTEMAS DE ASISTENCIA TELEFONICA Y CONTROL SATELITAL

18.1 Teléfonos móviles de seguridad

Actualmente existen unos teléfonos celulares Marca OVOCARE, Ovocare es la única marca de teléfonos móviles pensada para la seguridad del usuario. Los teléfonos móviles Ovocare traen un botón de emergencia que activa una red de seguridad de su elección facilitando resolver emergencias generadas por accidentes o eventos de inseguridad. Con sus teclados extra grandes, números grandes en pantalla, potente altoparlante, audio de números durante el teclado, entre otras ventajas, los teléfonos móviles Ovocare son ideales para quienes desean equipos de sencillo manejo, adultos mayores y personas con limitaciones. Todos sus componentes y sistemas están diseñados para hacerte la comunicación móvil más fácil y segura, con brazaletes adicionales con botón S.O.S. y altoparlante potente que comunican hasta con 4 teléfonos predeterminados que anuncian a los destinatarios cualquier eventualidad que el paciente presente. En Venezuela funcionan con las operadoras Movistar y Movilnet.

18.2 GPS para Personas

La seguridad de los suyos debe ser motivo de preocupación constante. Para aquellos casos en los que desee mantenerse continuamente al tanto de la ubicación de sus seres queridos, Varias empresas en Venezuela ofrecen el sistema GPS para personas, especialmente ideado para personas de la tercera edad, personas con enfermedades como Alzheimer, discapacitados, estudiantes, hombres y mujeres en general.

El GPS para personas es un sistema satelital fundamentado en rastreadores GPS (Sistema de Posicionamiento Global), a través del cual podrá hacer monitoreo y control de las coordenadas geográficas e historial de recorrido de las personas que le interesan. Estos sistemas son accesibles en Venezuela y son dispositivo GPS para personas no requiere instalación. Las personas a rastrear pueden llevarlo cómodamente en el cinturón, bolsillo o cartera. Una vez activo, interactúa con satélites en órbita que registran su ubicación, rutas y más en mapas digitalizados; data que podrá consultar a través de internet cuando se utiliza junto con nuestro software basado en web de seguimiento.

Con el GPS para personas usted podrá tener acceso al seguimiento de su ser querido en tiempo real, las 24 horas, los 365 días del año.Podrá contar, también,  con alertas y notificaciones vía SMS o e-mail cuando las personas se alejen de los límites geográficos que usted haya definido, o por el contrario ingresen a alguna zona prohibida y usted contará con una herramienta que le permitirá una protección adicional para sus seres queridos, permitiéndole localizarlos rápidamente, desde un celular o una computadora con conexión a internet.

19.- RECOMENDACIONES PARA EL CUIDADOR

Cuidar a personas con dependencia es una responsabilidad que implica a los familiares más directos. El cuidado individualizado suele recaer en una persona a quien se identifica como el cuidador principal. La sobrecarga que genera el cuidado continuado hace preciso que este cuidador reciba un soporte de los profesionales del ámbito sanitario y social. Desde el sector formal se realizan diversos programas e intervenciones, individuales o grupales, para dar soporte a los cuidadores de personas con dependencia.

La autodisciplina es el hilo conductor que hace posible llevar una vida equilibrada. La disciplina permite llevar a cabo todas esas cosasnecesarias para atender como cuidador, marcando los objetivos claros y organizando el tiempo efectivamente, tratar bien al paciente, resistir los tiempos difíciles, tener pensamientos positivos y cuidar de la salud, tanto la propia como la del paciente a su cuidado.

19.1 Estrategias frente a un paciente con demencia

Las estrategias no farmacológicas constituyen un abordaje de primera línea para las manifestaciones conductuales (no cognitivas) y psiquiátricas de la demencia. Estos abordajes se pueden llevar a cabo por familiares y cuidadores no profesionales y por lo general, son muy efectivos en combinación con la farmacoterapia, especialmente, cuando las conductas inapropiadas se manifiestan como respuesta a detonantes ambientales o interpersonales.

En los diferentes trastornos conductuales las  estrategias se basan en el manejo y la adaptación de la actividad, las rutinas, el ambiente físico, humano y social del individuo para proporcionar seguridad y una estimulación apropiada.

A medida que la persona con demencia se torna menos flexible al cambio, el ambiente humano y físico se debe adaptar cada vez más a sus necesidades. Los abordajes conductuales, generalmente, contribuyen a la resolución de problemas específicos,  proporcionan consejos y sugerencias concretas, actividades adaptadas a la capacidad y a las necesidades del paciente, ejercicio físico especialmente diseñado, estrategias de comunicación y entrenamiento para los cuidadores.

El cambio de roles comienza desde el momento del diagnóstico, ya que habrá actividades que el paciente no podrá seguir realizando sin asistencia. Muchas veces la familia tarda en aceptar estas limitaciones generándose situaciones estresantes para todos. La reorganización de roles y tareas requiere plasticidad, ya que habrá que ir adaptándose a las circunstancias conforme avance la enfermedad y puede que los reacomodamientos realizados con gran esfuerzo pasen a ser inútiles en otro momento y se deban buscar nuevas soluciones.

Llevar a cabo estas estrategias requiere gran energía por parte de los familiares o cuidadores a cargo del paciente. A medida que transcurre el tiempo puede resultar una gran sobrecarga para el cuidador, implementar estrategias, muchas veces difíciles,  que conducen al agotamiento de los recursos emocionales del mismo, si éste no cuenta con el apoyo necesario para sostenerse eficientemente en la tarea.

19.2 Impacto de la demencia en la familia

El impacto de la enfermedad alcanza a todos los miembros de la familia: cónyuge, hijos y a las respectivas familias. A veces, la redistribución de tareas para cuidar al enfermo hace aflorar problemas o conflictos familiares previos y pueden surgir situaciones de celos o envidias.

A los niños también les afecta la enfermedad de sus abuelos, quienes no sólo no tienen al abuelo o abuela que tenían, sino que además puede que sus padres se aboquen parte del tiempo libre a los cuidados que el familiar requiere. Esto tiene un aspecto rescatable que es la enseñanza que implica para los niños el ver la dedicación de sus padres hacia los mayores.
Los problemas cotidianos y la progresión de la enfermedad hacen que el cuidador se vea sometido a un estrés físico y psíquico constante. Se puede llegar así a una situación de estrés inmanejable que también se conoce como síndrome del “cuidador quemado” o “síndrome de burnout”.

Es importante que el familiar-cuidador sea consciente de sus habilidades y de sus  propias emociones, para poder manejarlas de la mejor manera posible, preservando al paciente, así mismo y a sus otros familiares.

Los problemas originados por la demencia, no solamente afecta al enfermo sino a toda la familia. La peor carga la lleva el cuidador. El estrés personal y emocional de cuidar a una persona con demencia es enorme y se debe planear la manera de manejar la enfermedad en el futuro. El comprender sus propias emociones le ayudará a manejar satisfactoriamente los problemas de la persona y los suyos.

La demencia es una enfermedad que afecta al cerebro y que con el tiempo hace
que la persona que la padece pierda su autonomía y pase a depender de otras personas.

19.3 Dedicación y responsabilidad para con el enfermo demente

Llevar un registro diario de lo que acontece es una iniciativa necesaria de emprender, registrarlas experiencias cotidianas junto a las lecciones extraídas de ellas ayudará a cometer menos errores y de esta manera centrarse en aquellas que realmente cuentan. Hay que recordar que el registro no es un diario pues, en el diario se anotan sucesos, mientras que en el registro se analizan y evalúan los mismos y esto ayuda, enormemente, a estudiar el comportamiento humano y reforzar los sistemas que auxilian a tener una mejor calidad de vida para ambos: cuidador y ser querido.

El cuidado de este tipo de enfermo requiere del cuidador mucha dedicación por lo que debe tener en cuenta algunos consejos básicos. Entre ellos:

19.3.1 Fomentar la autonomía del enfermo demente

Procure que colabore, que se mantenga activo.
Mantenga una actitud positiva ante las tareas que tenga  
encomendadas el paciente.
Esa autonomía es compatible con la seguridad del enfermo.
Facilitarle la orientación temporo-espacial en todo momento con 
calendarios, relojes, carteles indicando las cosas de su entorno.

19.3.2 Mejorar la comunicación con el paciente demente

Estar atento a los mensajes no verbales que nos transmite.
Hay que ser pacientes con ellos, sin prisas todo irá mejor.

19.3.3 Mejorar la seguridad del paciente con demencia

Procurar que el entorno del paciente sea lo más seguro posible.
Evitar la perdida de cosas significativas como llaves, documentos importantes, joyas, dinero y otros objetos de valor.
Prevenir posibles extravíos del paciente.

19.3.4 Actividades de la vida diaria para con el paciente

Asegurar una adecuada nutrición del paciente.
Las comidas han de ser en un ambiente relajado, sin prisas.
Evitar problemas al masticar o tragar.
En referencia a la vestimenta que la ropa no sea fácil de abrochar y desabrochar.              
Mejor zapatos sin cordones, de tacón bajo y de suela anti resbalante.

19.3.5 Otras técnicas de refuerzo frente al paciente demente

Existen otras técnicas de refuerzo de la memoria que han demostrado que también frenan la enfermedad. Las técnicas más utilizadas son: 

Entrenamiento de memoria: Adivinanzas, refranes, ejercicios de completar frases, describir objetos, reconocer personas o asociar parejas, entre otros. 
Técnicas de orientación a la realidad: Es bueno repetir a diario, pero sin agobiarle, todos los datos correctos sobre los lugares, la fecha, la familia, el lugar donde están las cosas.
Musicoterapia: Que escuche música, que baile o que cante como una forma de distraerse o de recordar situaciones o experiencias vividas. 
Reminiscencias: Resulta muy provechoso que narre historias, que cuente cosas del pasado, que hable de todo lo que recuerde. 
Técnicas de refuerzo positivo: En todo caso hay que estimular lo que haga bien y no reaccionar con irritación cuando haga algo mal, no regañarle ni discutir. 
Ergoterapia: Es bueno también que realice actividades manuales, juegos con pintura, con barro y costura, siempre bajo la supervisión continua de alguien si ha de utilizar algún instrumento. 
Estimulación social: Hay que fomentar que vengan sus amigos y no hablar como si no estuviera cuando se reciba una visita. 
Estimulación recreativa y física: Conviene hacer paseos a menudo para evitar el aburrimiento, explicando las cosas que pueden apreciarse y, si es posible, hacer una pequeña tabla de gimnasia de veinte minutos diariamente para que mueva todas las articulaciones. Se ha observado que muchos de los enfermos están más tranquilos cuando realizan ejercicio físico. 

19.3.6 Valoración del estado mental, test de Pfeiffer:

Este sencillo test puede ser utilizado por el cuidador para entrenar al enfermo y ayudará al Psicólogo a valorar el estado del paciente.
1. ¿Cuál es la fecha de hoy?
2. ¿Qué día de la semana es? 
3. ¿Cómo se llama este lugar?
4. ¿Cuál es su número de teléfono?
5. ¿Cómo se llama la calle donde vive?
6. ¿Qué edad tiene? 
7. ¿Cuál es su fecha de nacimiento? 
8. ¿Quiénes forman su familia más cercana y sus nombres? 
9. ¿Cuál era el nombre de su madre, de su padre y de sus abuelos? 
10. ¿Cómo se llama el Presidente del país?
11. Reste 3 a 20 y siga restando 3 a cada nueva cifra hasta llegar a 0 

Puntuación de errores (sobre 10)

Añada un punto si el paciente pasó de la escuela secundaria; reste uno si el paciente no pasó de la escuela primaria. 

Puntuación:

De 0 a 2 errores: función intelectual intacta. 
De 3 a 4 errores: deterioro intelectual leve. 
De 5 a 7 errores: deterioro intelectual moderado. 
De 8 a 10 errores: deterioro intelectual grave.

19.4 Carga sentida por los cuidadores

Considerado como la víctima secundaria de esta enfermedad, debido a la carga sentida por el cuidador que ha de soportar como consecuencia de su labor, las principales líneas de investigación se han dirigido a intentar determinar cuáles son las variables que tienen más influencia en determinar el malestar del cuidador 

Por otra parte, la carga sentida por el cuidador también correlaciona con el grado de malestar ante una situación que requiere una respuesta en la que puedan ser observados los resultados, en el sentido de que a mayor grado de malestar, mayor carga percibida. 

El cuidado de un enfermo de demencia supone el afrontar continuamente problemas en contextos interpersonales, sea con el propio enfermo, otros cuidadores,
familiares, profesionales de salud.

Las habilidades para emitir o recibir críticas, demandar o aceptar ayuda, expresar sentimientos negativos, etc., han de ser puestas continuamente en juego por parte del cuidador. La capacidad de manejo es poca ya que al ser marginado del grupo familiar, sus reclamos, sus necesidades en general, deberán ser atendidas por si mismo. Por otro lado esta en juego la conflictiva narcisista (amor propio) del cuidador el admitir limitaciones personales. Especialmente relevante es esta última en el papel del cuidador, ya que las dificultades para admitir limitaciones personales en el cuidado, puede suponer una renuncia activa a la petición de ayuda en casos necesarios, e incluso en los casos en los que esta sea ofrecida por los demás. Esta actitud estaría de acuerdo con la asunción voluntaria de muchos cuidadores de la total responsabilidad de los cuidados del enfermo, asumiendo el problema como propio, es decir, asumiendo el lugar que ha sido delegado inconscientemente por el resto de la familia "ese es tu problema y a nosotros no debes molestarnos".

Aplicado a la situación del cuidador, el hecho de no admitir las críticas, que pueden provenir, tanto del enfermo que se queje del trato recibido, como de otros familiares en relación a los cuidados, puede desencadenar frecuentes enfrentamientos y aislamiento. Por su parte, sentirse mal por discrepar con los demás implicaría igualmente dificultades para afrontar positivamente situaciones que sin duda se darán con frecuencia en el cuidado, sobre todo con otros familiares y cuidadores. 

19.5 Factores del paciente que aumentan la carga sobre el cuidador

Consideremos a continuación algunos elementos que suelen aumentar el sentimiento de "carga" por parte del cuidador en su relación con el paciente: 

Gritos. 
La agresión física. 
Vagabundeo del paciente.
La depresión. 
La resistencia del paciente a ser ayudado en tareas cotidianas tales como vestirse, lavarse, comer. 
Sospechas y acusaciones por parte del paciente hacia su cuidador. 
No dormir por la noche. 

Los síntomas anteriores se reconocen como los más pesados de sobrellevar y también son la razón más común para la referencia psiquiátrica y la institucionalización prematura.

19.6 Predictores de la situación de sobrecarga del cuidador

Enumeramos a continuación aquellos aspectos que de estar presentes en la conducta
del demente nos deben guiar hacia la comprensión del sentimiento de carga en el cuidador:

Los engaños, alucinaciones y depresión.
Las conductas disociadoras, ej. la agresión física.
El tipo de demencia.
La severidad de demencia, es decir, nivel de deterioro cognoscitivo.
El estado funcional, habilidad de trabajar y vivir independientemente, quehaceres simples.
La duración de la demencia.
Parentesco con el paciente.
Los esposos sienten mayor carga que los parientes.
Las mujeres sienten mayor carga que los hombres.
Poco o nulo apoyo de la familia y amigos.
Menor conocimiento sobre la demencia, sus efectos y dirección, psicoeducación.
La relación previa con el paciente.

19.7 Factores que pueden proteger al cuidador

Presentaremos aquellos elementos que protegen al cuidador en su tarea en relación a aquellos elementos que pueden aumentar su carga: 

Los apoyos informales provenientes de los vecinos y amigos.
El conocimiento sobre la demencia, sus efectos y dirección.
Psicoterapia de apoyo.

20.- CONDUCTAS DE LOS PACIENTESQUE REPERCUTEN  EN EL CUIDADOR

20.1 Salud psicológica

Los cuidadores presentan un alto riesgo de desarrollar patología psicológica aumentando las proporciones de depresión y ansiedad comparada con el resto de la población general, por lo que es importante que consulten frecuentemente a personal médico especializado.  El predominio de depresión en cuidadores del adulto paciente de demencia ha ido de 14 a 47% en varios estudios y además 10% presentan síntomas de ansiedad.Otros informes de investigaciones señalan que del 7 a 31% de cuidadores de
pacientes con demencia está tomando medicamentos en un nivel ligeramente más alto que podría encontrarse en la población general. 

El enojo y resentimiento normalmente son emociones sentidas por el cuidador a veces llegando al punto de violencia. En un estudio de 236 cuidadores familiares de pacientes con demencia, los sentimientos violentos experimentados fueron reconocidos por un quinto de los encuestados. De ese quinto, un tercio informó que ellos realmente se habían comprometido en conductas violentas. Así mismo, a nivel familiar los niveles de tensión interpersonal y familiar son altos cuando cuidan a un paciente demente.

20.2 Reuniones familiares

Se ha estudiado la conveniencia de reunir a la familia a los efectos de poner en conocimientos de todas las situaciones del paciente, el momento de la enfermedad, las necesidades tanto del paciente como las del cuidador, etc. Estas reuniones con la familia se desarrollan basadas en que trabajando directamente con el poderío familiar es una manera eficaz de aumentar el apoyo disponible hacia el cuidador La meta primaria es la de facilitar un espacio donde la familia pueda desarticular sus propios conflictos a los efectos de poder desarrollar mejores acercamientos a la problemática del paciente. No se propone una terapia de grupo, sino algo mucho más acotado a las necesidades de la dupla paciente cuidador y se intentará lograr que la familia comprenda que cuidando la salud del cuidador se cuida la salud del grupo familiar.

20.3 Emociones, pensamientos y sentimientos

Lo que sigue es una reseña de los pensamientos y emociones más frecuentes que pueden presentarse cuando un cónyuge o familiar cercano tiene una enfermedad con demencia.

Cuando una enfermedad seria nos afecta, o afecta a algún ser querido, normalmente aparece ansiedad acerca de lo que nos depara el futuro. El temor y la incertidumbre pueden desencadenar una crisis. Otras emociones, como el enojo, la sensación de injusticia, la falta de sentido y el miedo pueden hacernos sentir en medio de un caos. Es natural sentirse de este modo durante un breve tiempo.

A través de los medios de comunicación o de personas conocidas, muchos han oído hablar de la demencia. Obtener información sobre la enfermedad no solamente sirve a su ser querido, sino también a que usted, como familiar, pueda tener una mejor calidad de vida a pesar de la demencia. De este modo la enfermedad se volverá menos atemorizante y oscura y le ayudará a tomar algunas decisiones que le servirán de apoyo en el camino que debe recorrer. 

Por este motivo, es esencial que sepa que la demencia evoluciona de manera diferente en cada persona. Con el tiempo, se torna discapacitante, pero lo más importante a tener en cuenta es que es posible que haya muchos años por delante en los que podrá vivir más o menos como antes.

20.4 Carga emocional provocada por un paciente con demencia

La carga de hacer frente a la enfermedad es diferente para un cónyuge, para los hijos o para otros familiares cercanos. Todos tienen en común  la responsabilidad que cada uno siente hacia la persona con demencia y la obligación de ayudarla. Surgen temores e incertidumbres en los más allegados, que se refieren especialmente a dudas sobre la forma en que tendrán que manejarse de ahora en adelante. Ocasionalmente puede haber momentos de caos emocional, difíciles de controlar. Gradualmente, cada uno irá tratando de encontrar un sentido a lo que está sucediendo y el modo de manejarse con sus emociones. Las reacciones emocionales típicamente siguen un patrón similar al delineado en la figura.

Algunas de las emociones, pensamientos y sentimientos que suelen experimentar los familiares y cuidadores son:

Negación: de la enfermedad y sus efectos en la persona que ha sido diagnosticada. Muchas veces los pacientes con demencia parecen estar perfectos en sus pensamientos, en el trato social, con lo cual resulta más difícil que familiares y amigos tomen conciencia de la enfermedad. Ejemplo: “Yo sé que mamá va a mejorar”.
Rabia e Irritabilidad: que lleva a cambios de humor y que desencadena respuestas o conductas negativas. Ejemplo: “Déjenme sólo”.
Autocompasión: El familiar siente que no le debió pasar esto y se ubica en un rol de víctima.  Ejemplo: “¡Pobre de mí, no me merezco esto!”.  
Ansiedad y Miedo: La incertidumbre frente a cómo evolucionará la enfermedad en el tiempo, qué cuidados necesitará, qué futuro le  deparará, genera temor, inquietud y angustia.  Ejemplo: “¿Qué pasará cuando él necesite más cuidados de los que yo le pueda dar?”.
Depresión: que comienza a quebrar su espíritu y disminuye su  capacidad para enfrentar los problemas a medida que la enfermedad progresa.  Ejemplo: “Ya no me importa  nada más”.
Agotamiento: se le hace prácticamente imposible completar las tareas  cotidianas. Ejemplo: “Estoy demasiado cansado para hacer otra cosa  más”.
Pena: Es la respuesta natural frente a una pérdida, de algún modo el familiar puede sentir que perdió a ese ser querido que si bien está, no es ni será  el de antes.
Culpa: Es común el sentirse culpable de que el familiar haya enfermado, por sentirse incómodo por el comportamiento de la persona, por enojarse con ella, o por sentir que ya no puede continuar cuidándolo y piensa en una internación. Ejemplo: “Si hubiera estado más atenta y lo hubiera cuidado más, no  hubiera enfermado”.
Enojo: Puede estar dirigido a la persona, al médico o a la situación, dependiendo del momento y las circunstancias. Es importante tratar de distinguir el enojo con la enfermedad y el dirigido a la persona. A veces pueden surgir intenciones de lastimar a la persona enferma; en ese punto es fundamental buscar ayuda profesional.
Vergüenza: El familiar puede sentir vergüenza frente a una conducta inapropiada en público, frente a un episodio de incontinencia. Es importante poner al tanto a las otras personas de cuál es el problema. Ejemplo: “No quiero salir con él a ningún lado “.
Soledad: Muchos cuidadores terminan apartándose de la sociedad y se limitan a estar en casa con la persona enferma, generándose una mezcla de emociones. La soledad dificulta aún más sobrellevar los problemas e incrementa el estrés. Ejemplo: “Ya no me interesa reunirme con amigos, ellos no me comprenden”.

21.- CONCLUSIONES

Cuidar a una persona mayor dependiente exige mucho tiempo y dedicación. Una parte sustancial del tiempo que antes se dedicaba al ocio, a los amigos, hay que dedicarlo ahora a afrontar esta tarea. Es frecuente que el familiar cuidador perciba que no tiene tiempo para su esparcimiento. Incluso es posible que no se dedique ese tiempo a sí mismo por los sentimientos de culpa que le produce pensar que si dedica tiempo a sí mismo está abandonando su responsabilidad. La reducción de actividades en general y, sobre todo, de las actividades sociales es muy frecuente y está muy relacionada con sentimientos de tristeza y de aislamiento. 

Cuidar a una persona dependiente es una carrera de fondo, que puede afectar muchos ámbitos de la vida durante mucho tiempo, con frecuencia no sabemos hasta cuándo. Prever problemas y situaciones futuras permite anticipar y planificar posibles soluciones. Para hacerlo, será imprescindible, entre otros aspectos, conocer la evolución de la enfermedad, trastorno o problemática que ha originado la situación de dependencia. Se recomienda implicar a otros miembros de la familia en un acuerdo explícito que haga referencia a futuras acciones. Familiares, amigos y profesionales pueden aportar otros puntos de vista.

Recordemos que cuidar puede convertirse en una experiencia positiva y gratificante. No debemos olvidar que nos puede permitir descubrir capacidades, cualidades o aptitudes de nosotros mismos que hubiera sido difícil descubrir de otra forma. Además, esta situación nos permitirá establecer una relación más próxima e íntima con la persona que cuidamos.

Es necesario compartir con otros sus sentimientos y experiencias como cuidador. Si se los guarda para sí puede ser más difícil cuidar a la persona con demencia, cualquiera que sea su etiología. Si puede ver que lo que usted está viviendo es una respuesta natural a su situación, le será más fácil el manejo. Trate de aceptar ayuda cuando otro se la ofrezca, aunque tenga la sensación de que lo pueda molestar. Trate de pensar con anticipación y tener a alguien a quien recurrir en caso de emergencia. 

La demencia es un proceso dinámico, que a medida que avanza compromete y obliga más al cuidador Es recomendable valorar cuidadosamente la carga que soporta el cuidador principal y el apoyo que recibe en su labor de cuidar. Si la carga es excesiva es conveniente establecer las medidas oportunas para evitar que se resienta su salud física y psicológica y con ello aparezca el riesgo de claudicar.

La demencia es un problema tremendo para las personas que se ven afectadas directamente. Esto incluye a la persona que padece la enfermedad con demencia así como a sus seres queridos.

Los síntomas conductuales y psicológicos de la demencia (SCPD) han sido parte integral de los trastornos demenciales desde las primeras descripciones de estas enfermedades.Los síntomas conductuales  incluyen la agresividad física, los chillidos, la inquietud, la deambulación errática, las conductas culturalmente inapropiadas, la desinhibición sexual, el acoso y el lenguaje inapropiado. Suelen ser todos ellos identificados mediante la observación del residente.Los síntomas psicológicos son: ansiedad, ánimo depresivo, alucinaciones y las ideas delirantes.Los SCPD pueden originar un alto grado de sufrimiento, una pérdida significativa de la calidad de vida para el paciente, familiares y cuidadores, un aumento de los costes del cuidado, un incremento del estrés por parte del cuidador y un quebranto en la tranquilidad que debe reinar en el hogar e instituciones geriátricas.

La demencia también es un problema social, en el sentido  que es necesario generar servicios en el sistema de asistencia social y de la salud en los que las familias con demencia puedan obtener el asesoramiento, el apoyo, las actividades, el tratamiento y los cuidados de la mejor calidad posible.Los problemas sociales son también las actitudes que tenemos entre nosotros, frente a la enfermedad, frente al envejecimiento y frente a la demencia. Los temores personales pueden ser una razón por la que las personas no quieren consultar al médico cuando tienen problemas de memoria. Pero también puede deberse a mitos y tabúes en relación con la demencia y aprehensión ante las condiciones que la sociedad ofrece a sus miembros de edad enfermos y debilitados.

La sociedad está en permanente cambio. También va cambiando la información existente sobre la demencia y el tipo de servicios que las personas con demencia y sus seres queridos necesitan.Las Asociaciones de Alzheimer y Similares son organizaciones civiles sin fines de lucro, dedicadas a brindar apoyo e información a los familiares y cuidadores de personas afectadas por demencias. Estas asociaciones proveen material informativo sobre la enfermedad, sobre la convivencia diaria con personas aquejadas por estas afecciones y brindan herramientas para enfrentar los problemas diarios que acarrean dichas enfermedades. Existen grupos de autoayuda y personas calificadas en la materia; así como Grupos Científicos compuestos por un equipo académico multidisciplinario. Es aconsejable que tanto cuidadores como familiares entren en contacto con estas instituciones y participen activamente en los programas y actividades que ellas programan. Los beneficios de esta participación abarcan una gran variedad de información y recomendaciones sobre la demencia y son directamente proporcionales al progreso para lograr una mejor calidad de vida.

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Resumen curricular de Rogelio Solórzano Estrada. AVFT [online]. 2002, vol.21, n.1 ISSN 0798-0264. Similaridade:0.367699

Archivos Venezolanos de Farmacología y Terapéutica
versão impressa ISSN 0798-0264

AVFT v.21 n.1 Caracas jan. 2012

RESUMEN CURRICULAR DE ROGELIO SOLORZANO ESTRADA

Aun cuando se siente total e integralmente sembrado en Venezuela, Rogelio Solórzano sigue siendo un guatemalteco de corazón y actitud. Solórzano arribó a Venezuela en el año 1976, con el objetivo específico de establecer y dirigir Laboratorios Servier, 1º Grupo Farmacéutico de Francia de capital privado, al mismo tiempo que desde esta locación, tenía la responsabilidad de coordinar y dirigir las actividades de esta firma internacional en Centroamérica, Caribe, Colombia y Ecuador.

Solórzano es hoy por hoy el único Director General del Grupo Servier, de origen latinoamericano, que ha creado, desarrollado y permanecido durante más de 35 años al frente de una filial por demás exitosa. Su actividad la inició con apenas 10 personas y hoy el plantel de colaboradores alcanza a 160 integrantes, los cuales disfrutan de estabilidad y del liderazgo de Rogelio, liderazgo que se ha ganado a través de sus actitudes gerenciales y humanas, recibiendo el cariño y respeto de todos y cada uno de ellos.

Rogelio, nacido en Guatemala y trasplantado a Venezuela cree firmemente en las labores que realiza y a lo largo de su prolífica vida, ha acumulado honores y reconocimientos de la más diversa índole, incluyendo su participación como miembro Adherente, Fundador y Honorario en diversas sociedades científicas tales como la Sociedad Venezolana de Farmacología, Fundación Cardiológica Caricuao, Asociación Ecuatoriana de Diabetes, la Asociación Venezolana de Aterosclerosis, la Sociedad Latinoamericana de Aterosclerosis, Comité Venezolano de Hipotensión Arterial, la Unidad de Diabetes del Hospital “Guzmán Lander”, la Sociedad Ecuatoriana de Endocrinología, la Sociedad Guatemalteca de Psiquiatría y Sicología Clínica, la Sociedad Latinoamericana de Diabetología, y la Asociación Venezolana de Flebología y Linfología. Así mismo, Rogelio Solórzano, en su permanente quehacer, fue fundador de la Asociación de Ejecutivos de la Industria Farmacéutica. 

Ya jubilado ha sido reconocido como Miembro Eméritus de la Asociación Venezolana de Aterosclerosis de la que fue fundador y primer secretario de Educación y  Miembro Honorario de la Sociedad Latinoamericana de Síndrome Cardiometabólico, el cual le fue otorgado debido a su larga trayectoria en Ciencias Médicas en el área del Síndrome Cardiometabólico.

La síntesis curricular de Solórzano involucra, también, logros en el área de la industria farmacéutica y es la evidencia permanente e irrevocable para la obtención de diferentes triunfos. Su historial laboral ha sido reconocido por Venezuela con numerosas condecoraciones entre las que podemos citar la Orden Mérito en el Trabajo; la Orden Francisco de Miranda; la Orden Andrés Bello; la Orden Cecilio Acosta; la Cruz Nacional de Sanidad; la Orden General en Jefe José Laurencio Silva; la Orden Ciudad de Tinaco, la Orden Antonio José de Irisarri, otorgada por el gobierno de Guatemala; la Medalla de Honor del Senado de la Republica de Francia otorgada por sus méritos en la difusión de la ciencia medica francesa; el Collar la Orden al Mérito en la Salud “Dr. Humberto Fernández Morán”; el Collar de la Orden al Mérito en la Industria Farmacéutica otorgado por la Asociación Venezolana de Ejecutivos de Industria Farmacéutica.

Así también, su carrera da igualmente fe de una profunda sensibilidad con la gente y a través de la gente y es por ello que ha concebido y ejecutado los diseños de estructuras organizacionales y de estrategias de dirección exitosas. En el campo de la educación ha sido motor de la formación académica de su personal ejecutivo, instando al mismo a completar su formación en el área del postgrado de Marketing Farmacéutico en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela, habiendo sido Tutor de varias tesis de sus médicos, Jefes de Proyecto, activos de la empresa. 

Rogelio Solórzano entre sus más preciados galardones puede mencionar con orgullo los pergaminos conferidos por la Escuela de Medicina de la Universidad de Central de Venezuela;Diploma de Reconocimiento de la Escuela de Medicina José María Vargas; Diploma de Reconocimiento XXV Aniversario de la Sociedad Venezolana de Farmacología; Diploma del Consejo Municipal del Municipio Autónomo Bolívar del Estado Anzoátegui; Diploma de Huésped Ilustre de la Ciudad de Tinaco, estado Cojedes; Diploma de Honor y Reconocimiento de Archivos Venezolanos de Farmacología y Terapéutica; Diploma de Reconocimiento de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela y el Diploma de Honor y Reconocimiento de la Comunidad Científica de Venezuela.

Además, se pueden nombrar el “Sol de Oro” como “Ejecutivo Empresarial” y como “Líder del Milenio del Ramo de la Salud;Galardón Policía de Oro, Segunda Clase, otorgado por la Policía Metropolitana;Placa de Reconocimiento de la Corporación de Calidad Industrial; Galardón Ejemplo de Juventud, Fundación de Jóvenes, FUNDAJOVEN; Placa de Honor al Mérito de la Sociedad Venezolana de Farmacología; Placa de Reconocimiento de la Sociedad de Farmacología; Placa otorgada por UNIPRENSA como Personalidad del Año 1991; Placa de Reconocimiento de la Sociedad Interamericana de Hipertensión Arterial.

Desde su llegada a Venezuela fue activo participante de CIFAVE, Cámara de la Industria Farmacéutica de Venezuela, la que más tarde diera origen a CAVEME, Cámara Venezolana del Medicamento, donde ha sido consecuente asociado y Asesor de la misma, en cuatro ocasiones, en las discusiones del Contrato Colectivo de la Industria Farmacéutica y Cosmética de Venezuela.Es además es Co-fundador y Director de la Fundación CAVEME, brazo ejecutor de los programas correspondientes de responsabilidad social empresarial de la Cámara Venezolana del Medicamento (CAVEME), la que nace en 2007 con el objetivo fundamental de impulsar la investigación médica y farmacéutica relacionada con la salud humana en Venezuela. Esta meta se ha venido consolidando a través de iniciativas académicas y de investigación que han permitido crear sinergia entre la industria farmacéutica de investigación, las instituciones del Estado y personas comprometidas con este propósito.Al pasar a retiro en el año 2007, Rogelio Solórzano ostentaba el puesto de Presidente de Laboratorios Servier, S.A. de Venezuela. Siendo el único ejecutivo latinoamericano en retirarse con esta posición ejecutiva. 

Como su temperamento es de constante actividad, el Gobierno de la República de Guatemala lo designó como Cónsul Honorario de Guatemala en Valencia, estado Carabobo, en la República Bolivariana de Venezuela, hecho que ha honrado su apego inviolable a su gentilicio guatemalteco. Solórzano Estrada, fiel a su principio de que la formación es básica para la realización de su misión consular, ha completado en la Asociación de Naciones Unidas para Venezuela,  ANUV, miembro de pleno derecho, de la Federación Mundial de Asociaciones para las Naciones Unidas, FMANU, World Federation of United Nations Associations, WFUNA, y UNESCO y refrendadas académicamente por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, UPEL, tres Diplomados Internacionales, a saber: Diplomado Internacional Experto en Naciones Unidas, Diplomado Internacional Experto en Relaciones Internacionales y Diplomado Internacional Experto en Drogadicción, conocimientos necesarios para el buen cumplimiento de su labor como representante consular de Guatemala acreditado en Venezuela. Actualmente es miembro activo de la Asociación de Cónsules de Venezuela y de la Asociación de Cónsules del estado Carabobo, Valencia.

En el plano literario Rogelio Solórzano ha sido prologuista de varias obras y ha publicado nueve libros de poesía, de los cuales uno, llamado ALETHEA, en el año 1974, fue ganador de los Juegos Florales TIRSO M. CORDOVA, que se realizan en la ciudad de Retalhuleu, Guatemala. Entre sus publicaciones podemos mencionar, también, los poemarios Cantata y Muerte; Reverbero y otros poemas, editados por el Café Literario de Guatemala; Testamento Reflexivo y Estancias de Dolor y Fantasía, estos dos últimos fueron editados por la Editorial Istmo del poeta Melitón Salazar. En Venezuela ha publicado los libros de poesía Voces de la Muerte, Madre Naturaleza, Postales en Carne Viva y Miserias Humanas.

Actualmente trabaja en la preparación de la publicación de un nuevo poemario llamado CANTOS (en poemas) ÍNTIMOS, donde cada poema está íntimamente ligado al mundo real de la DEMENCIA, en una gama de emociones y sentimientos encontrados, donde el autor revive y recrea ese universo, que es el convivir como cuidador con un ser amado, que padece tan terrible enfermedad y con el problema social y personal plagado de conflictos internos que consumatrocando en eje de toda una obra de características especiales de evocación afectiva, dolor y protesta y que golpea como martillo de herrero sobre nuestras cabezas.

Estas obras, sin duda, son una estampa de su propia evolución y crecimiento hacia lo trascendental y representan esa parte espiritual que es esencialmente intelecto y creatividad que muestran la riqueza interior que ha heredado de sus vivencias y que son el patrimonio de su sensibilidad humana. 

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